7.7.2011
Alfredo Jaar en el Parque de la Memoria
El jueves 14 de julio de 2011 a las 18.30 hs. el artista visual Alfredo Jaar dará una conferencia titulada “Es difícil. Proyectos recientes” en el Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado. Invitado especialmente el artista chileno disertará sobre sus proyectos de arte público alrededor del mundo, ilustrando su charla con abundante material audiovisual.
La visita de Jaar resulta de vital importancia, dado que su obra conjuga las mismas problemáticas claves que circulan en el Parque de la Memoria: arte, política, memoria y actualidad. Jaar retratoAlfredo Jaar es un artista visual que nació en Santiago de Chile el año 1956. Estudió cine en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura en 1979 y posteriormente arquitectura, en la Universidad de Chile en 1981. Durante este mismo año partió a Nueva York, ciudad en donde vive desde entonces. Su trabajo ha sido exhibido profusamente alrededor del mundo. Ha participado de las Bienales de Venecia (1986, 2007), San Pablo (1987, 1989, 2010), Sydney (1990), Estambul (1995), Kwangju (1995, 2000), Johannesburgo (1997), Sevilla (2006) y Liverpool (2010); y de las exhibiciones Documenta (1987, 2002) en Kassel. Expuso individualmente en el New Museum of Contemporary Art en Nueva York (1992), en el Whitechapel de Londres (1992), en el Museum of Contemporary Art de Chicago (1992) Moderna Museet de Estocolmo (1994), en el Museum of Contemporary Art de Roma (2005), Fundación Telefónica, Santiago de Chile (2006), Musée des Beaux Arts, Lausanne (2007) y Hangar Bicocca en el Spazio Oberdan en Milán (2008). Ha creado más de sesenta Intervenciones Públicas en ciudades como Nueva York, Washington, San Diego, Toronto, Montreal, Monterrey, Río de Janeiro, Berlín, Estocolmo, entre otras, y se han publicado más de cincuenta publicaciones monográficas sobre su trabajo. Obtuvo las becas Guggenheim (1985) y MacArthur (2000).
En 2006 recibió el premio Extremadura a la Creación, por parte del Gobierno de España. Además, Jaar fue el primer latinoamericano invitado al Aperto de la Bienal de Venecia en 1986 y a Documenta 8 en 1987. De esta forma, aparece de manera destacada en los escenarios mundiales desde hace veinte años, con obras como “Un logo para América” en 1987, “Fuera de Balance” en 1989, “Sin Título (Agua)” en 1990, “El silencio de Nduwayezu” en 1997, “El lamento de las imágenes” en 2002, “Buscando a Gramsci” en 2004, “Celda Infinita” en 2004, “Deja que cien flores broten” en 2005, “Máxima” en 2005, entre otras. Así, el artista se ha mantenido vigente en las tres vertientes que desarrolla: el arte público, el arte en museos y galerías y la enseñanza. Asimismo el artista señala que su trabajo no se limita a los espacios institucionales de arte, sino que busca extender su impacto a través del arte público y de seminarios intensivos de enseñanza en distintas instituciones, tanto académicas como comunitarias. Para él, el espacio público y el del arte son totalmente diferentes. Por eso realiza intervenciones públicas para salir del cubo blanco típico del mundo del arte. Con esto, el artista puede plasmar a través de sus obras los problemas del mundo, o los problemas del mundo real, fuera del arte.
Su mirada Artística
Desde el comienzo de su trayectoria, Alfredo Jaar le ha dado mucha importancia a las diferencias y distanciamiento que se han generado entre los Países del Tercer Mundo y los Países desarrollados. Su interés lo ha llevado a hacer un trabajo de compromiso con la historia, mencionando y mostrando al mundo hechos recientes, con el propósito de provocar reacciones ante situaciones extremas. Así, Jaar utiliza la fotografía principalmente como un registro de las crisis geopolíticas y sociales, las relaciones de desigualdad entre los países ricos y tercermundistas, el conflicto de la inmigración, la violencia, el racismo y los refugiados. Por otro lado, la técnica de trabajo de Alfredo Jaar está marcada por el uso de cajas de luz para las imágenes, iluminando las fotos “desde dentro”. Por lo mismo, sus obras recurren constantemente a variables lumínicas y a los distintos ángulos dentro de un espacio.
Obras Destacadas
En la muestra permanente del Museo de la Memoria de Santiago de Chile se encuentra la obra “Geometría de la Conciencia”. En “Un logo para América” (1987) Jaar utilizó un letrero luminoso del edificio de Nueva York, Time Square, en el que se leía “This is not América” (esto no es América) como una forma de denunciar el imperialismo estadounidense. “Esta obra era una reacción a que la palabra América ha sido usurpada por los Estados Unidos, que nosotros estamos borrados del mapa. Y se ha vuelto un problema mundial. Los europeos también hablan de América, o del Amérique, pero refiriéndose sólo a los Estados Unidos. Fue un gesto subversivo, pero claro, no sirvió para nada”, señaló Alfredo Jaar en una entrevista realizada en el 2005 para el libro “Jaar SCL 2006”. Se trataba entonces de un trabajo arriesgado, en un escenario sobrepoblado de luces y de anuncios, excedido de imágenes. Para Jaar, su obra trataba de usar la creatividad y un espacio público para hablar contra una imagen negativa y falsa de nuestro continente.
La primera reacción a su obra fue la de Nacional Public Radio (NPR), que fue al Time Square a preguntar la opinión de la gente que pasaba por allí. Hubo mucha gente que dijo que era ilegal. Otro de sus trabajos que cabe mencionar fue el Proyecto Ruanda. En 1994, Jaar viajó al país africano alertado por los trágicos acontecimientos que allí sucedían. Proyecto Ruanda (1994-1998) es el testimonio de un trabajo de cuatro años y la denuncia de la nula acción del mundo ante el genocidio de Ruanda. “El Silencio de Nduwayezu” es la obra en que mejor se puede apreciar su trabajo en Ruanda. Nduwayezu es el nombre de un niño encontrado por Jaar en una visita al campo de refugiados de Rubavu (Ruanda), a un mes de finalizada la masacre. El niño de cinco años, había visto morir a sus padres a machetazos y la conmoción lo había hecho guardar silencio durante varias semanas. De todos los niños que se encontraban en el lugar, sólo él miró fijamente a la cámara. Según Jaar, su mirada era la más triste de las que jamás hubiera visto y su silencio, inolvidable. Así, el artista dispuso una amplia mesa de luz, donde reposan apiñadas un millón de diapositivas de los ojos de Nduwayezu, como metáfora del millón de víctimas de la masacre.
¿Qué sucede con las imágenes que no vemos? Actualmente resulta habitual afirmar que vivimos sumidos en la sociedad del espectáculo y del consumo, bombardeados por un flujo incesante de imágenes y de información. Pero no resulta tan habitual preguntarnos por las imágenes que son silenciadas; por aquellas imágenes que la política de edición de los medios de comunicación impide que alcancemos a ver. “Sabemos leer y escribir pero cuando se trata de imágenes”, afirma Jaar, “todos somos analfabetos. Nadie nos ha enseñado a ver, a traducir una imagen.” La conciencia de esta dificultad para ver y comprender cabalmente las imágenes de dolor es la materia prima a partir de la cual Jaar elabora su obra. A través de la presentación comentada de sus proyectos recientes, el artista reflexionará sobre el modo en que la descontextualización a la que las imágenes son sometidas por los medios, imposibilita para quien la observa una conexión vital con la realidad.
Parque de la Memoria
Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado
Av. Costanera Norte Rafael Obligado 6745 (1425)
Buenos Aires, Argentina
Más información > prensa_parquedelamemoria@buenosaires.gob.ar | www.parquedelamemoria.org.ar