Respuesta a un estudiante, por Rubén Cherny

Se habla de Buenos Aires como una linda ciudad, pero -desde su experiencia- ¿qué le falta?
Santiago Muzi, estudiante de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
de la Universidad Nacional de Buenos Aires, FADU-UBA

A Buenos Aires le falta resolver su relación con el río. Buenos Aires es una ciudad endógena, que nunca se lanzó a navegar. Está de espaldas al río y a la llanura. Lo que se llamó la cultura orillera no es la del borde de la ciudad con el río sino con el campo. La cultura del tango nunca miró al río. Es decir que hay que ser muy cuidadosos porque en verdad no hay una memoria de ese vínculo de la ciudad con el agua como ocurre en otras ciudades. El río es un patrimonio inmenso, de gran potencia simbólica, que se debate entre la metáfora del horizonte y la del barro, entre la humildad y la grandeza. Un paraíso imperfecto que desde hace poco la ciudad registra y que está instalado en el porteño de un modo modesto. Buenos Aires tiene esa deuda y hay que rescatarla no con grandes intervenciones de escala metropolitana, que serían además grandes negocios, sino desde la noción de ‘bajada al río’, desde los barrios y desde el centro en una estrategia para toda la costa, desde San Isidro hasta Quilmes. Hay que «bajar al río» junto con los habitantes del barrio y con su tono, sin promover un consumo lineal de la costa.