Reflexiones acerca del Concurso del BHN

Cada época ha producido una determinada forma de habitar como reflejo de sus condiciones geográficas  sociales  económicas y culturales incluyendo al desarrollo tecnológico. Así la llegada del agua corriente facilitó la incorporación de la cocina y el baño a la vivienda, la electricidad y la luz artificial dieron forma a nuevos perfiles de organización doméstica y la incorporación de la televisión convirtió las salas de estar tradicionales en ventanas a un mundo dominado por los medios de comunicación de masas. En nuestra época, las nuevas tecnologías de información y comunicación están transformando la casa en un entorno auténticamente multifuncional, que agrupa descanso, trabajo, ocio, etc. El concurso del BHN, ha sido una posibilidad de contribuir no solo al cumplimiento de un programa requerido por el promotor sino también una oportunidad de reflexión, sin exclusiones, sobre estas cuestiones y sobre posibles nuevos modos de habitar, etc. El jurado analizó 141 trabajos de 101 autores distribuidos en 4 regiones, es decir una muestra récord en cuanto a participantes en concursos de arquitectura en los últimos años, con profesionales formados en universidades de todo el país.

Suficiente densidad para extraer ciertas conclusiones en cuanto al estado actual de reflexión sobre estas cuestiones:

Un porcentaje elevado de trabajos que cumplieron con el programa pero pocos los que lo enriquecieron e innovaron en base a criterios personales.

Mínimas aplicaciones en tecnologías industrializadas que hace tiempo han perdido el adjetivo de nuevas pero que aún no logran quebrar la cultura de la construcción «tradicional».

Con la salvedad de los trabajos premiados y pocas excepciones, la relación de la vivienda con el espacio exterior del lote propio fue el excedente residual de un modo de ocupación y no el espacio que enriquece y expande a la vivienda.

La escalabilidad que suele acompañar el crecimiento del núcleo familiar original solo se interpretó como un incremento del programa dormitorio sin afectación a las áreas comunes, en ese sentido el factor «flexibilidad» fue sólo un deseo y no una necesidad.

La incorporación de nuevas tecnologías especialmente comunicación e informática, la presencia de mobiliario con capacidad de crear espacios flexibles dentro de espacios contenedores, espacios arquitectónicos significativos y el manejo de la luz y la penumbra natural como aportes a la «construcción» de un mejor habitar fueron ausencias lamentadas.

Los aportes concretos y de abordaje a nuevas viviendas están en los trabajos premiados y en destellos repartidos en otras presentaciones que no logran consolidarse integralmente. El porcentaje de aportes a la discusión y a la evolución de la vivienda en esta oportunidad es bajo y es un llamado de atención a la necesidad de profundizar cuestiones básicas del rol del arquitecto en temáticas que por simples no podemos desconocer las complejidades que encierran y el contenido social involucrado: Futuros propietarios de casas, en la mayoría de los casos probablemente su único patrimonio y donde pasarán gran parte de su vida.

Daniel Silberfaden, Arq. FADU-UBA
Presidente de la SCA
Jurado por los participantes