Parque Lezama | Reflexión sobre un sector no protegido y un APH en la reforma del Código Urbanístico

La primera dificultad que presenta encarar este trabajo es definir  el carácter y alcance del mismo, ya que si bien la zona tiene un alto  potencial  (histórico, geográfico, ambiental, cultural, paisajístico) también presenta un cierto grado de deterioro edilicio y un incipiente proceso de renovación con una norma restrictiva.

Intervenir  una zona de la ciudad que  forma parte de un APH es siempre un desafío y también una gran oportunidad, más aún,  en un momento como el actual con la propuesta de un nuevo CU que  implicará  cambios profundos en el futuro crecimiento de Buenos Aires y que, lamentablemente, no aprovecha para revisar los resultados de una política sólo de catalogación introduciendo modificaciones en las Áreas de Protección Histórica que colaboren a sacarlas de su inmovilidad.

Si bien entendemos la voluntad política expresa de no incorporar las APH entre las áreas de tratamiento en el nuevo código, es importante considerar la ciudad en su conjunto. Más aún cuando se propone: “generar un código particularizado que se adapte a la ciudad existente, y un código de “fácil lectura para los vecinos” que establece cinco alturas máximas para todo el tejido urbano”.

También podrían ser interesantes y alentadoras algunas propuestas, como el FEREC, para ayudar a movilizar las propiedades catalogadas, que, junto a políticas públicas activas y planes de revitalización movilicen los activos económicos que representa la ciudad existente, posibilitando, la renovación de los barrios donde se ubican, que suelen ser, como en el caso que estamos analizando, relevantes para ciudad.¹

1 Desayuno de trabajo sobre los aportes del CPAU a la formulación del código urbanístico. Documento síntesis, 31 de agosto de 2017.

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