Ceremonia entrega primera etapa del proyecto Fondart Restauración Vitrales del Colegio de Arquitectos

La Sede Nacional del Colegio de Arquitectos situada en la Alameda es obra del arquitecto Luciano Kulczewski. Construida en 1920 y declarada Monumento Histórico en el año 2010. Este edificio posee un conjunto de tres vitrales y otras tres vidrieras, que están ubicados en el segundo y tercer nivel del edificio; destacan tanto por su estado de conservación (a pesar de su degradación, el conjunto está prácticamente completo) como por el tipo de flora ilustrado, en las decoraciones internas como externas del edificio; en los cornisamentos y estucos se destacan las especies nacionales, esto hace pensar que el diseño de los vitrales también pertenece al arquitecto.

A los vitrales de los dos halles centrales, se suma un conjunto de la caja escala, que no pertenecía inicialmente al inmueble y que fue introducido durante la remodelación que se realizó en el momento en que se instaló la Sede del Colegio de Arquitectos en el edificio. Estos vitrales corresponden en estilo a la obra de Kulczewski y aún está la interrogante para los especialistas, cómo llegaron al edificio.

El valor de estos vitrales se enmarca en el movimiento industrial local y la actividad de manufactura chilena. Tienen una fuerte influencia catalana, pero fueron sin lugar a dudas fabricados en Chile, ya sea por los talleres Dell’Orto o por Adolfo Schlack. Su estudio es de primera importancia para comprender este fenómeno, que tiene su nacimiento en la exposición internacional de Santiago en 1875.

En el caso del estado de estas obras, los terremotos no han sido los peores enemigos, sino las malas intervenciones de las reparaciones anteriores. La obra recientemente concluida contempla dejar testimonio de las piezas que deberán ser removidas (ya sea por mala factura o por la fragilidad de su pintura en frío), pero que permitieron a pesar de todo preservar una idea de conjunto vital para la reconstitución de piezas perdidas.

La obra de restauración de los vitrales, atributo que da el carácter, temperatura e iluminación al interior del edificio, ha sido realizada por el laboratorio Espacio Transparente, con responsabilidad y al más alto estándar, de manera que ejemplifica una obra de conservación de este género, con una metodología seria y una ejecución de excelencia.

En esta obra, se introdujo una importante innovación; el trabajo de restauración fue realizado bajo la modalidad de Laboratorio-Escuela, que tuvo como objetivo principal la formación de técnicos que puedan en el mediano plazo integrar una nueva generación de especialistas de la conservación de vitrales históricos, cuatro técnicos en distintos niveles.

Todos estos elementos y la calidad única de la obra arquitectónica han motivado a lo largo de los años el esfuerzo del Colegio de Arquitectos y en especial de su Comité de Patrimonio, por la protección y conservación del edificio en su totalidad, prueba de ello es la constancia con que la Institución mantiene la dignidad de la fachada, frente a rayados y agresiones vandálicas.

Descripción del trabajo:
En esta primera etapa de puesta en valor de los vitrales de la Sede Nacional del Colegio de Arquitectos, se consideró la consolidación de los paneles de vitral de la ventana superior del Hall poniente y los paneles de la caja de escala. También contempla el estudio de la obra y la difusión de los avances de la investigación y el proceso de conservación. La difusión a la comunidad es parte de la metodología de trabajo del Laboratorio que ejecuta la restauración.

El equipo a cargo está compuesto por un restaurador, un documentalista e historiador, cuatro asistentes-aprendices y un documentalista audiovisual.