7.1.2010

Protocolos de Barrios Cerrados – Ciro Najle – Summa+ 89 – Septiembre 2007

Según la jerga de las tecnologías de la información un protocolo es un set de reglas que los puntos finales de un circuito utilizan cuando se comunican entre sí. Es una convención que habilita y controla la conexión entre diferentes medios de computación en una red, y permite la transferencia de información entre ellos, gobernando la sintaxis, la semántica y la sincronización de su comunicación. Imprescindibles para el desarrollo de sistemas de comunicación flexibles y condición para su poderío y robustez operativa, los protocolos, antes de su solidificación en estatutos formales e invariables, son mecanismos internamente consistentes aunque sujetos al cambio, en un proceso siempre incompleto de generación de inteligencia mediante fluctuación de interrelaciones entre sistemas. Deben por ello ser constituidos según un standard observable y reconocible aunque abierto a la variación, constituyendo formatos de mediación para la imbricación no rígida entre sistemas.
O lo que es lo mismo en términos disciplinares, un protocolo es un medio de ensamblaje susceptible de ajustes determinados por aquellas contingencias que su lógica intenta determinar y que su lenguaje intenta prescribir. En tanto sistema de relación, grupo de normas y medio de continuidad entre dominios en principio discretos y segregados y entre lógicas autónomas independientes, un protocolo es simultáneo a los sistemas operativos mismos que integra, y es tanto su agente de comunicación como su fuente de retroalimentación, teniendo por ello la capacidad de ser a la vez el vehículo de un modelo organizativo y el dispositivo de generación de sus propios cambios, desde dentro. Su simplicidad y capacidad integrativa les provee por un lado de flexibilidad, accesibilidad y agilidad de maniobra y por otro es el medio de ajuste que habilita su durabilidad y persistencia. Su riqueza a nivel local no es entonces solo instrumental, sino que contiene, latente, un potencial de innovación a nivel global.

Localizados a la vez entre sistemas y dentro de los sistemas, otorgan forma, técnica y contenido a aquella zona indiscernible (generalmente mistificada o reducida) donde los procedimientos generativos se encuentran con los procesos de organización. Ocupan aquella región donde los modos relacionales devienen modalidades y modelos, donde las costumbres se convencionalizan como maneras, se estilizan como etiquetas y se sistematizan como decoros. Expanden ese umbral donde las prácticas informales se cristalizan en fórmulas, le proveen sustancia, lo vuelven materia concreta de trabajo. Allí donde los comportamientos se formalizan como métodos, donde los hábitos se constituyen como modus operandi primero y sistemas de reglas después, configurando campos de expertise, tradiciones y oficios cristalizados y sedimentando tipos organizativos, los protocolos se constituyen como técnicas al tiempo fluidas y precisas. Otorgan consistencia a una práctica heterónoma y operatividad al material disciplinar puro.

Una protocología consiste entonces en el reconocimiento, abstracción, sistematización, integración y ensamblaje de una serie de relaciones protocolares entre los subsistemas de un modelo o tipo arquitectónico, volviendo técnicamente explícitas una serie de normas organizativas que regulan implícitamente sus relaciones internas desde fuera (como instrumentos a un fin), y destilando de ellas mecanismos auto regulatorios interiorizados y precisos. Involucra la idea de tipo como agente flexible, vital y en proceso de desarrollo, no consolidado aun según estándares comodificados genéricos, ni idealizado en convenciones arquitectónicas escencializadas y vueltas retrospectivamente trascendentes. Liberada de este modo de la carga de la permanencia y de la determinación crítica a priori, una práctica protocolar estudia constantes y variables organizativas, reconoce fluctuaciones, tendencias y patrones de persistencia, y formula variaciones y ajustes en ellas para permitir la estabilidad, consistencia, robustez y cambio en una organización.

Gated Communities Protocols (Protocolos de Barrios Cerrados) es la primera en una serie de investigaciones construidas en vistas a la proposición de una práctica protocolar de esta índole, en un relevamiento sistemático de tipos arquitectónicos en formación y modelos de desarrollo urbano emergentes, con el propósito por un lado de revitalizar los procedimientos tradicionales de aproximación tipológica al análisis y generación de organizaciones arquitectónicas, y por otro de integrar al conocimiento disciplinar la lógica de una serie de modelos organizativos y sistemas generativos en principio excluidos del discurso teórico mediante el mero rechazo ideológico o el descreimiento acerca de su inteligencia, criticada en general por el sentido de sus contenidos y desestimada operativamente por su reduccionismo. Intenta así superar simultáneamente la asunción de aparente obsolescencia instrumental del primer modelo y la marginación del segundo, integrando productivamente sus campos de conocimiento.

Las investigaciones aquí presentadas están fundadas sobre esta hipótesis de trabajo. Identifican sistemas normativos implícitos en el diseño, marketing, funcionamiento, mantenimiento y consumo de la tipología, aislando y evaluando relaciones protocolares en operación, y ajustando o expandiendo su espectro de efectos organizativos, con el objeto de configurar nuevas formas de expresión para su racionalidad maquínica. Para ello, una serie de relaciones locales son abstraídas y proliferadas según la radicalización de sus tendencias, constituyendo innovación mediante continuidad y saturación. El trabajo sigue por ello una ética de literalidad y exageración, en busca de expandir operativamente las capacidades y potenciales de una organización material, antes que entender representacionalmente su sentido o sus implicaciones. Los mecanismos regulatorios en una serie de casos de estudio fueron diagramados y descriptos en tanto relaciones temáticamente específicas, en lo que se constituyo como una protocologia de barrios cerrados en Buenos Aires.

Para poder subir obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder solicitar la creación de un grupo es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder guardar en favoritos es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder valorar obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder agregar a este usuario a tu red de contactos es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Para poder enviarle un mensaje a este usuario es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Ir a la barra de herramientas