29.12.2005
¿Nuevos aires en Barcelona?
LO COMÚN: el entorno (1)
Sin duda lo que en estos días tenemos en Barcelona son nuevas aguas. No me refiero con ello a la torre AGBAR, que en algún momento iremos a ello, sino a algo tan elemental como que no cesa la lluvia cuando esto se escribe. La lluvia resulta una buena noticia en un momento en el que el sentimiento de los europeos, de los españoles, de los catalanes, y específicamente de los barceloneses, es de sequía. Así que ojalá siga diluviando.
Aunque puede que sean los tiempos de escasez de agua los que terminan por producir los frutos de carnes mas apretadas, densas, de extraordinario sabor. Por otra parte es la exagerada combustión mineral, la total pérdida del agua, la que produce el diamante. Fundidas ambas variables, en este caso, resulta: ‘Diamante en el agua’, como pronosticó el poeta Pere Gimferrer.
Una hermosa imagen que identifica un aspecto esencial de la cultura barcelonesa: el dominio de lo común sobre el particular y la consecuente invisibilidad del diamante sumergido en el agua. Así es como habíamos aprendido y apreciado Barcelona.
De todo esto, y en eso consistirían los aires, hablamos cada semana en las emisiones sonoras de SCALAE. Mejor que hablar, en realidad conversamos con quienes podemos identificar como actores del entorno barcelonés. El dial donde se localizan esas conversaciones se encuentra en http://scalae.blogspot.com
Para quienes se interesan por nuestras aguas, nuestros aires y nuestros diamantes sigue el primer capítulo de un comprimido relato que presta la atención al mencionado entorno. Servirá para poner al día a quienes perdieron la pista de lo últimamente acontecido en Barcelona. A quienes ya están al corriente solicito de antemano disculpas y sugiero acudan directamente a la escucha, sin intermediaciones, de los actores.
Lo común
Hablar de Barcelona resulta entonces, antes que nada, hablar de ese agua, de lo que es común a los Barceloneses que participan de la arquitectura. La escuela de arquitectura, las escuelas de diseño e interiorismo, el FAD, el colegio de arquitectos, los arquitectos y las editoriales junto a elementos formales permanentes como son la forma de la ciudad, el papel del ensanche, y la actuación de la administración: Ajuntament de Barcelona y Generalitat de Catalunya serían, digamos, las aguas de toda la vida. Son aguas vivas, todas ellas. Constituyen el entorno de los actores. Repasemos la situación a día de hoy:
Escuela(s) de Arquitectura
La aparición de las universidades privadas ha supuesto cuando menos una descentralización de la potencia e influencia de la antes ‘Escuela de Barcelona’, en un primer paisaje de ‘escuelas de Barcelona’ y posterior de ‘escuelas de Catalunya’. Antaño, tras la transición española y la restauración de la Generalitat de Catalunya, lo que hubo fue un traspaso de titularidad de las universidades públicas, que pasaron de ser una competencia estatal española- a ser una competencia local, autonómica catalana-, con dos escuelas de arquitectura en activo: la de Barcelona y la del Vallés, ambas de la Universitat Politécnica de Catalunya. Ahora, en tan apenas dos lustros, se ha pasado a un índice de hasta siete escuelas de arquitectura en Catalunya. A las ‘antiguas’ escuelas públicas de Barcelona (la ETSAB) y del Vallés (la ETSAV) se han sumado las escuelas privadas de arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya y de la Universitat Ramón Llull, ambas en Barcelona, y desde este último curso 2005-2006 las nuevas escuelas de Girona (Universitat de Girona, pública), Tarragona (delegación de la Universitat Ramón Llull, La Salle, privada) y Reus (Universitat Rovira i Virgili, pública).
En otras palabras: se ha evolucionado de una situación central, urbana, con una escuela ‘dominante’ y muy referenciada a la ciudad, a una situación amplia que abarca un territorio mucho más extenso: la totalidad de Catalunya; y de manera poliédrica, con escuelas diversas de diferente titularidad. El escenario es netamente diferente, nuevo. En cuanto a enseñanza e investigación sobre arquitectura ya no es posible hablar aisladamente de Barcelona, incluso cuando hablamos de Barcelona: el nuevo paisaje es Catalunya.
Las consecuencias de todo ello no son todavía visibles. Será necesario un tiempo y comprobar hasta que punto las nuevas escuelas no barcelonesas apuestan por una labor docente e investigadora relacionada con el entorno próximo, con la consecuente identificación, discusión, documentación y ratificación de los valores locales… o todo lo contrario. Factores como la procedencia del profesorado y alumnado y la relación con la sociedad próxima, serán, en cualquier caso- factores de singularización de cada una de las escuelas.
No es entonces casualidad que la acción docente de las escuelas ubicadas en la metrópoli, y en particular de alguna de las privadas, se haya apoyado en la presencia y participación de profesorado de todo el estado español e internacional. Como no sería de extrañar que las escuelas no Barcelonesas terminasen por organizar algún tipo de itinerancia o intercambio de profesorado y alumnos. En mi opinión si entendemos que Catalunya, las escuelas no barcelonesas, se enfoca mira- hacia lo próximo, lo local, Barcelona reclama la mirada, ser vista por- de lo lejano, de esta manera.
En otro plano, y también recientemente, van apareciendo o ratificándose en Barcelona y Catalunya «núcleos» paralelos a lo académico universitario que suponen rutas alternativas de incidencia de lo formativo en los arquitectos. Es el caso del IAAC, Institut Avançat d’Arquitectura de Catalunya, fundamentado sobre las bases de los sucesivos y extintos «Metápolis», ahora transformados en actividad de postgrado con una intersante vinculación con centros europeos como el instuto Berlage y americanos como el MIT o, en una ruta casi de sentido contrario, de la actividad intensísima en lo formativo profesional del Col.legi d’aparelladors i arquitectes técnics de Barcelona o de l’Escola Sert, del Col.legi d’Arquitectes, COAC.
Para terminar de remover el sector académico justamente en este momento está en discusión el modo en que las escuelas de arquitectura españolas, y con ellas las catalanas, abordan la convergencia con la común normativa universitaria europea, lo que se da en llamar ‘Bolonia’. Para el curso próximo posiblemente se habrán reformulado, de acuerdo a esta convergencia, la totalidad de los planes de estudios de las escuelas y, con ello, los arquetipos profesionales en arquitectura que desde las escuelas se preveen para el futuro. Una silenciosa revolución.
Escuelas de diseño e interiorismo
Quizás sea una simplificación para algunos exagerada, pero se puede aventurar que durante muchos años escuelas de diseño e interiorismo como Massana (Diputación de Barcelona), Llotja (Generalitat de Catalunya), EINA (Universitat Autónoma de Barcelona) o Elissava (Universitat Pompeu i Fabra) han sido el ‘refugio’ donde algunos arquitectos resolvían por una parte su vocación docente, dada la tradicional dificultad de acceso al plantel de profesorado de las escuelas públicas existentes de arquitectura, por una parte, y por otra lo que resulta más específico de estas escuelas como es su atención a las arquitecturas de pequeña escala o de interior.
El tan comentado ‘diseño’ catalán, hablando siempre de arquitectura, procede en buena parte de la labor realizada desde estas escuelas, que han terminado por identificar una especial raza profesional: los interioristas.
En cierto modo interiorismo e interioristas son el mecanismo que la sociedad barcelonesa encontró para resolver la pérdida de una figura como era la de los ‘oficios’. De hecho la decana de estas escuelas, l’Escola Llotja, partía de ser la escuela de artes y oficios.
La potenciación de los elementos de mobiliario integrados en la propia arquitectura, la puesta en valor de materiales exquisitos utilizados no como anécdota sino como escenario mismo y el dominio de la aplicación de descubrimientos industriales relacionados con la luz artificial ha desembocado en la actual versión del ‘minimalismo’ catalán, de manos del interiorismo.
Su número de centros de formación también se ha disparado, siendo que incluso la ETSAV administra actualmente un master de postgrado en interiorismo. BAU (Universitat de Vic), LAI (Universitat Internacional de Catalunya), ESDi (Universitat Ramón Llull) y el Istituto Europeo di Design son algunas de las principales escuelas instaladas en la ciudad condal en los últimos dos lustros, casi siempre adscritas o reconocidas por una universidad. De momento permanece como un fenómeno netamente barcelonés, aunque con implantaciones de antiguo relacionadas con iniciativas institucionales de escuelas de artes y oficios como es el caso de las escuelas de Olot y Terrassa.
El FAD
De manera espontánea e independiente se creó hace más de cien años el FAD, (foment de les arts decoratives), una institución organizada actualmente como una ‘federación de asociaciones’ que agrupa artesanos, orfebres, diseñadores de moda, gráficos, industriales, interioristas y arquitectos.
La asociación en la que conviven estos últimos es el ARQ-INFAD, que se encarga anualmente de organizar los premios FAD de arquitectura e interiorismo -una referencia absoluta- y que, nada ajena a las mutaciones y evoluciones de la sociedad barcelonesa, recientemente renovó su junta directiva en unas elecciones en las que dos candidaturas de corte social y programático similar se distanciaban de inicio en el modo de entender el ámbito territorial de los premios y la relación con los diferentes premios comarcales existentes en Catalunya.
Los premios FAD de arquitectura e interiorismo fueron, en su origen, exclusivamente para obras hechas en Barcelona, una cuestión de y para Barcelona. Desde hace unos dos lustros se amplió el ámbito de los premios al espectro ibérico (España y Portugal). La nueva junta deberá especificar este aspecto, como consecuencia del debate surgido durante el tiempo electoral, cuál es el ámbito consistente con la sensibilidad actual.
En suma, y coherentemente con la reflexión que planteaba anteriormente respecto de las escuelas de arquitectura, también el ARQ-INFAD participa hoy, entonces, de la duda colectiva sobre el lugar al que dirigir la mirada, sobre el papel de la ciudad de Barcelona y del territorio de Catalunya.
Seguirá?
En este punto, y en la confianza de la simultánea emisión semana a semana de las conversaciones con los ‘actores’, detenemos por cuestiones de espacio el primer capítulo de este intento, apresurado, de contribuir en una más fácil apreciación de lo que, hoy, esta pasando en Barcelona.
¿Y para qué?: Buenos Aires y Barcelona están cerca, muy cerca, de nuevo.