La Industria de la Construcción en la Argentina

Se puede identificar a la industria de materiales para la construcción como tal porque existe la industria de la construcción, o sea, no se puede analizar cómo mejorar la competitividad de los materiales sin entender cuales son las características generales de la totalidad de la Cadena Productiva de la construcción de nuestro país.
En el presente capítulo, analizamos como fue evolucionando la industria, cuáles son sus características estructurales; los eslabones que participan de la cadena productiva y su influencia en la competitividad. También se analiza el estado actual de la competitividad del sector a través de un análisis utilizando la metodología FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas).
Cambios en el contexto sectorial En un intento de entender los factores que formaron a la industria de la construcción de nuestro país, analizamos brevemente su evolución durante los últimos años Durante el período sustitutivo de importaciones, el sector de la construcción, dedicado básicamente a las políticas de inversión publica, tenía un destacado lugar en la participación del PBI, al igual que la industria manufacturera. Durante la década del ’70, la inversión bruta en construcción representó cerca de un 15% del PBI (valor comparable con la participación que tiene actualmente la industria de la construcción en el PBI en Brasil).
Debido a la existencia de un mercado cautivo, la obra pública, y a la relativa inestabilidad macroeconómica, las empresas constructoras recibieron incentivos para la maximización de la rentabilidad a corto plazo, con predominio del perfil productivo tradicional intensivo en el uso de mano de obra de baja calificación, de bajo costo unitario, tendencia que continuó en la siguiente década.
Durante la década de los ´80, la construcción comienza un proceso de desinversión, que se manifiesta con una abrupta caída en su participación del PBI alcanzando el 4,5%. La ausencia de la obra pública significó que el sector dependiera fuertemente de la obra privada. Al mismo tiempo, la incertidumbre vivida en el país hizo que los activos inmobiliarios se demandaran como reserva de valor, proceso que tuvo lugar hasta principios de los ’90. Eso provocó que los niveles de actividad se mantuvieran en valores mínimos.
A partir de la estabilidad macroeconómica y las reformas estructurales de los años noventa, la reducción del racionamiento del crédito y el crecimiento del ingreso real permitió una recuperación de la demanda de obras de construcción, si bien se alcanzó el nivel máximo de la demanda recién en 1998, cuando se despacharon más de 7 millones de toneladas de Cemento Portland.
Durante la última década, la participación del sector público como principal demandante fue disminuyendo, siendo reemplazada por una mayor participación del sector privado. Esto se debe, en alguna medida a las obras demandadas por las empresas privatizadas y por la reactivación del mercado de las viviendas y de las obras comerciales.
Si bien la industria de la construcción experimentó, durante la década de los ’90, una reformulación tecnológica y ciertos cambios en el proceso de trabajo, no permiten hablar de reestructuración de la rama, pero si de un redimensionamiento de las empresas (Cazzoli, 2000).
A partir de 1999, el derrumbe de la economía condujo a la construcción a la contracción más severa de los últimos cincuenta años. En cuatro años, de 1999 a 2002, la actividad se redujo 47% (especialmente 2002, con una caída de 30%). A su vez, se redujo la inversión en la construcción a valores mínimos históricos, llegando al 8% del PBI.
Hoy, la actividad en la industria de la construcción está comenzando a recuperarse. Según los datos de Octubre del INDEC, la actividad de la construcción acumula durante los primeros nuevos meses de este año, en comparación con el mismo período del año anterior, una variación positiva de 37,5%.
Por su parte, en la comparación del tercer trimestre del año anterior se observa un incremento del 40,8% en la serie con estacionalidad.
Las ventas al sector de insumos también vienen acumulando un importante aumento. Se registraron variaciones positivas, según datos del INDEC, del 44,2% en asfalto, 19,4% en hierro redondo para hormigón, 15,3% en pinturas para construcción, 14,1% en cemento y 9% en ladrillos huecos, mientras se registra una baja del 7,7% en pisos y revestimientos cerámicos.
Otro dato que muestra la tendencia de una lenta reactivación, es el del empleo en relación de dependencia del sector de la construcción (143.727 trabajadores aportantes al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones). El mismo registra una suba del 24,7%, en el segundo trimestre de 2003, con respecto al mismo trimestre del año anterior.
Las perspectivas de crecimiento de la actividad de la industria de la construcción del próximo año dependen de factores como:
– Reinicio de la inversión pública en vivienda e infraestructura
– Crecimiento de la actividad económica
– Mayor inversión en obras privadas
– Disponibilidad de financiación para la compra de inmuebles
– Estabilidad de precios

ENUMERACIÓN DE LOS ESLABONES QUE CONFORMAN A LA CADENA PRODUCTIVA DE LA CONSTRUCCIÓN
La Cadena Productiva de la Construcción Civil está compuesta por distintos eslabones.
Para el análisis de las principales características de los distintos «eslabones» (o actividades) que la conforman, se utiliza como modelo al Estudio realizado por el Instituto de Altos Estudios Empresariales (Carrera, Gulli, Hermann y Paladino, 1997) junto con un grupo de empresas líderes denominado «Grupo Promotor», en un proyecto llamado «C – Competitividad en la Construcción».
El objetivo del estudio fue identificar los distintos secciones/eslabones de la cadena de valor y determinar los factores positivos y negativos que impactan en la competitividad del sector.

IDEA (Necesidad) – DISEÑO – APROVISIONAMIENTO (Materiales y Sistemas) – CONSTRUCCION y EQUIPAMIENTO – HABILITACION – COMERCIALIZACION (Explotación/Transferencia)

GERENCIAMIENTO – SISTEMAS DE INFORMACIÓN – CAPACITACIÓN – FINANCIACIÓN
Factores comunes a toda la Cadena