17.6.2009
La entrada al mar
Publicado en revista Habitat N° 84. El frente marítimo diseñado por Alejandro Bustillo, marca la entrada de la ciudad hacia la costa, el volumen simétrico compuesto por los dos volúmenes (Hotel y Casino), acompaña la curva de la playa Bristol mientras la gran plaza seca, que articula las dos construcciones abre las vistas de la ciudad, desde la plaza Colón.
El Hotel Provincial se edificó entre 1938 y 1950. Fue construido en ladrillo, piedra Mar del Plata y Mansarda. Las instalaciones del Hotel estaban prácticamente concluidas hacia 1946. Constaba de 500 habitaciones con baño privado, que tenían cañerías especiales para llevar agua caliente de mar. Decenas de salones en su planta baja y en el primer piso completaban una capacidad de hasta 5.000 personas. Su salón comedor podía albergar a 2.500 huéspedes. También contaba con un casino, una pileta de natación, un teatro, un banco, una guardería infantil y un taller mecánico propio.
Historia de Mar del Plata como ciudad balnearia
Las obras de infraestructura y los grandes equipamientos de finales del siglo XIX y principios del XX hacen crecer a Mar del Plata, dos construcciones simbolizan las etapas de transformación de una villa balnearia a la actual ciudad turística. Con la construcción del ferrocarril a Mar del Plata en 1880 y la inauguración del hotel Bristol en 1888 Mar del Plata se consolida como el reducto veraniego preferido de la oligarquía pampeana, la inauguración de la ruta 2 en 1938 y la construcción del conjunto de Bustillo (1939-1946) representan su transformación hacia la actual popular ciudad turística La Rambla tuvo su origen en 1888 y luego de sucesivas reconstrucciones adquirió en 1941 su actual aspecto, de acuerdo al proyecto de urbanización de la playa Bristol elevado por Alejandro Bustillo, tras la anulación de un concurso nacional para el conjunto del Casino, que en 1928 habían ganado Andrés KaInay y Guillermo V. Meincke. Estas obras llevarían diez años y también se implantarían previa demolición de otras existentes: el Paseo General Paz y la Rambla Bristol, y un edificio destinado a hotel.
A fines del ’39 se inaugura el Casino y la primera parte de la Rambla; en diciembre del ’41 la Rambla completa y en 1946 el Hotel Provincial y el resto de las obras de urbanización (piletas cubiertas, vestidores, etc.).
Es uno de los paseos tradicionales y más concurridos que brinda acceso desde el Complejo del Casino y Hotel Provincial a la playa Bristol. La amplia explanada se extiende 900 m. y se conecta con la Plaza Seca que separa ambos edificios. En este sector se ubican dos famosas estatuas de los lobos marinos, obra del escultor Fioravanti.
El Casino Central constituye junto al Hotel Provincial el sitio emblemático de Mar del Plata como ciudad Balnearia y de entretenimiento. Fue construido entre 1938 y 1940 por iniciativa del gobierno provincial que buscó con este espacio de entretenimiento activar el turismo tras la crisis económica de la década de 1930.
Tiene casi 7.000 metros cuadrados de superficie es uno de los más grandes casinos del mundo. Su capacidad es de 24.000 personas. El hall principal se mantiene, como un foyer diversificador de accesos, planteando la entrada al sector hotel, por medio de una gran rampa de mármol y el acceso a los salones del Palacio de Convenciones por las importantes escaleras laterales xistentes.
El planteo prevé sectorizar el funcionamiento del Hotel. Las funciones hoteleras como recepción, lobby, administración, confiterías y núcleos circulatorios particulares, se ubican en el eje de la composición, vinculando el Acceso principal desde el Boulevard Marítimo, hasta su alternativo en la Rambla. Esta idea fuerza jerarquiza la función original del edificio, o sea la hotelería, a partir de una posición centralizada en planta baja. La función hotelera se relaciona con la accesibilidad desde la Rambla, ubicando en el centro del edificio las actividades de recepción de pasajeros, circulaciones verticales, administración, restaurante, entre otras, de manera de diferenciar actividades por sectores, coordinando el flujo de personas y servicios.
El nuevo amplio hall (2000m2) desarrollado a nivel de la rambla, refuerza el eje longitudinal con una variedad de servicios, salida al mar y al boulevard, restaurante, desayunador, sector de lectura, se independiza del antiguo hall del hotel, que era el salón circular, ahora transformado en conector del sector de reuniones y convenciones que se desarrolla en el primer piso.
El proyecto propone la recuperación de usos originales como la hotelería, el comercio y la recreación, añadiendo a estas funciones requerimientos contemporáneos acordes a la espacialidad del edificio como son las actividades de convenciones, exposiciones y eventos multidisciplinares, con sus respectivos espacios de servicios, administrativos y de gestión comunitaria y comunicación.
En tal sentido los criterios adoptados para la intervención en este edificio son: Respeto al planteo proyectual del arquitecto Bustillo, en lo formal y lo material, reconociendo y aportando al planteo original. Consolidación de la imagen y del uso del lugar como referente urbano. Potenciando el significado social del conjunto.
Conservación de las características de los materiales
Para la asignación de los nuevos usos a los espacios, se han evaluado la estructura funcional y estética del edificio y la composición arquitectónica del mismo, con el fin de respetar especialmente las capacidades de la preexistencia, aportando a potenciar sus valores. Se ha considerado especialmente los límites que nos impone el propio edificio, para la asignación de usos contemporáneos. Aportar a la intensificación y adecuación (actualización, renovación, reuso) de las funciones recreativas y culturales, tanto en los espacios públicos como en los semipúblicos, considerando para las intervenciones, la adecuación de espacios y materiales al uso contemporáneo, la seguridad y accesibilidad de las personas.
La propuesta implica la recuperación de valores perdidos en intervenciones anteriores, como los acabados superficiales (estucados) de los elementos componentes el espacio central Hall del 1º piso y la recuperación de situaciones de uso singulares, planteadas originalmente por Bustillo. Los tratamientos aplicados sobre la materialidad del bien deben ser justificados y experimentados ampliamente en el tiempo. Las intervenciones desacertadas, agregados y sistemas en desuso serán eliminados, previendo la recuperación funcional integral del edificio, desde las instalaciones hasta los usos.
Está presente en el planteo propuesto, el mantenimiento del gran eje compositivo del edificio que integra los accesos desde la ciudad, Boulevard Marítimo, con la accesibilidad planteada por el autor hacia la costa, explanada y rambla. Se refuerzan las ideas de flexibilidad de los espacios, potenciando el anillo circulatorio perimetral, paralelo a las fachadas y la articulación entre las diferentes funciones planteadas.
La propuesta integral de intervención incluye el diseño y la provisión del mobiliario, los artefactos de iluminación y el equipamiento adecuado para el funcionamiento de estas actividades. Ha sido desarrollada e inspirada a partir de las imágenes y diseños de en un referente de los años 30 en el mundo del diseño, que fue Jean Michel Frank, quien tuvo relación con el arquitecto Bustillo y diseñó muchos de los muebles existentes del edificio, algunos que que aún hoy lucen las marcas de Compte o Nordiska.
Los colores neutros en tonos beige- piedra (simil la piedra Mar del Plata) se engaman con géneros dorados de sedas que en conjunto con los recuperados pisos de madera logran una atmósfera palaciega.
Nivel planta principal 1º piso
Este nivel, de mayor jerarquía en el edificio, contiene las grandes salas denominadas respectivamente: el Gran Salón Circular (articulador del conjunto), el Salón Confitería, el Salón Columnas del Atlántico, el Salón Courriere del Atlántico, el Salón de las Américas, el Salón Courriere Boulevard, el Salón de las Columnas Boulevard, y el Salón Dauphine. Todos ellos orientados en el perímetro exterior, con visuales alternadas hacia las plazas Colón, Plazoleta seca Brown o hacia el mar. Se caracterizan por la gran magnitud de sus dimensiones (dobles alturas), por el tratamiento de revestimientos de columnas estucadas, cielorrasos con gargantas para la iluminación perimetral, por los pisos de parquet de tablillas de roble, por su luminosidad dada por el aventanamiento hacia el exterior, por la capacidad de adaptarse a variadas funciones. Todo el circuito de salones principales (originalmente salas de fiestas) está cubierto por un entrepiso técnico que contiene por ejemplo los accionamientos de las cortinas, las instalaciones, los sistemas de aire, entre otros. En el conjunto, el Salón Circular es el gran espacio protagónico de la planta. Vincula entre si los otros salones y genera una dinámica de rotación con funciones alternativas como bares, guardarropas, salones, oficinas, hall de circulación vertical, entre otros. El espacio esta cubierto con una cúpula en la terraza, perforada, lo que permite el paso de la luz desde el exterior por un lucernario de estructura metálica y vidrio opacos, la cual actualmente se encuentra totalmente recuperada y con la incorporación de la mejor tecnología de iluminación de manera de poder apreciarla durante todo el día.
Alejandro Bustillo
Nació en Buenos Aires el 18 de marzo de 1889; fue arquitecto, pintor, escultor, y académico argentino, hijo del Dr. José María Bustillo y de María Luisa Madero. La mayor parte de su infancia transcurrió en la estancia de su padre.
Estudió en la Escuela Industrial Otto Krause. Allí aprendió carpintería y herrería. Alternaba sus estudios en el industrial con la pintura. En 1912 ganó el premio del Segundo Salón Nacional de Bellas Artes con su autorretrato. Bustillo, en 1907, ingresó en la Escuela de Arquitectura donde fue alumno del hispano-noruego Ale- jandro Christophersen, del electricista Pablo Hary en Teoría de la Arquitectura, del francés Eduardo Le Monnier, y ya en los finales de la carrera, de René Karman, un difusor del neoclasicismo francés. Bustillo pensó que podía vivir de la pintura y abandonó la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas. Pero a los dos años advirtió su fracaso como pintor; reinició sus estudios y se recibió en 1914. Autor de numerosas obras arquitectónicas públicas y privadas, entre las que se cuentan el Hotel Llao Llao, el Complejo Bristol que incluye el Hotel Provincial y el Casino de Mar del Plata.
En Buenos Aires la casa central del Banco de la Nación Argentina, el Banco Tornquist, el Hotel Continental, viviendas como la de Victoria Ocampo y cascos de estancias como Villa María.
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