13.2.2006

La arquitectura es Grande

Por Daniel Silberfaden, Arq.
Pequeña biblioteca pública en el barrio de Gracia, Barcelona
Autor Pep Llinás
Año 2002

En un solar pequeño de una esquina del Barrio de Gracia, precisamente en la intersección de Travessera de Gracia y calle d`Olla, se encuentra esta biblioteca proyectada por Pep Llinás, uno de los arquitectos catalanes menos visible y mas reconocido entre sus pares y por varias generaciones de arquitectos, gracias a su persistencia en navegar a contracorriente de las modas y de las escuelas, establecer una fuerte relación con la tradición constructiva y la arquitectura popular catalana y fundamentalmente por su silencio que habla no sólo de un carácter reservado e introspectivo sino también por una humildad un tanto extraña en esta Barcelona tan adicta a la meritocracia.

Sólo se sabe de él por lo que proyecta y construye. Alejado de los centros de enseñanza. Conocido inicialmente por sus colaboraciones para el arquitecto de la Sota y posteriormente por la remodelación del teatro Metropol de Pujol y su manifiesta admiración por él, es hoy un referente de la Arquitectura del Contexto, en un medio donde generalmente la materialización de cada obra es su propio contexto y un catálogo de lo que se debe hacer, Llinás hace una permanente interpretación sensible y actual de las maneras constructivas, de las formas y del modo de trabajar y de habitar del poblador del Mediterráneo especialmente catalán. Absolutamente contemporáneo, alejado de la obviedad y trabajando cada obra de acuerdo a las particularidades del programa, de la economía, del lugar, a la medida de cada encargo. Cada nuevo trabajo por él realizado, es una nueva página que busca profundizar ciertas preguntas que intentan respuestas a través de sus proyectos.

Este pequeño edificio es entendido ha partir de memorizar y recorrer el barrio de Gracia, un antiguo pueblo, ayer independiente y hoy totalmente vinculado por el viario y el entramado de Barcelona y rodeado por el ensanche, pero que no ha perdido el antiguo dicho: vamos a Barcelona, cuando algún vecino decide bajar hacia la zona del mar o de las ramblas, un recuerdo de la Barcelona amurallada y separada.

El carácter local del recinto se observa por su relación con las angostas veredas perimetrales, parece más el ensanche de una de ellas que un edificio independiente a estas, su manera de elevarse estirándose e hinchándose como si las superficies interiores excedieran la capacidad de ser absorbidas por el continente, también pueden entenderse como un glosario de las formas de los edificios vecinos, con sus balcones salientes, el cuerpo cerrado volado sobre la línea municipal.
El edificio se va agujereando en aparente caos, sin embargo, una mirada mas intensa permite descubrir un interesante planteo de visiones encontradas interiores y exteriores y otras limitadas por planos que se deslizan por el exterior a escasos metros
de la ventana.

Pero quizás lo mejor se encuentra en su interior, un clima de entrecasa, donde el libro está a mano para cualquiera, los preexistentes muros de piedra en las medianeras, las perspectivas largas y oblicuas que ocultan la estrechez del edificio, una verdadera maravilla de lugar, logrado con escasos recursos que no se simulan, se eluden, con la habilidad de un experto artesano.

Podría imaginar, (esto a título absolutamente personal), que el proyecto conlleva a intentar una mirada amable desde la biblioteca al peatón, una invitación a ingresar a un edificio público sin ceremonial, a sentarse a leer sin más preámbulo, a entender el sistema desde la misma acera. Posiblemente extra programa, logra claramente su objetivo, resulta extraño ver el edificio sin lectores en su interior tanto de día como de noche.

Es un edificio aceptado por los vecinos y criticado muchas veces por los propios colegas. Se critica su construcción, un tanto descuidada para el nivel de las obras públicas, un poco también por un exceso de gestos tan concentrados dada su pequeña escala. No obstante en un maestro como Llinás, profundo conocedor del arte de construir y un cuidadoso de las formas y de la composición, se presume que su proyecto busca una asimilación de a ratos mimética, a veces opuesta, con un paisaje, como el de Gracia, donde abunda el catálogo inspirador de su materialidad y forma.

Barcelona asiste hoy a nuevos emprendimientos de Llinás. Bibliotecas y Centros Multiprogramas de carácter Asistencial, siempre comprometido con la trama de la ciudad y siempre esperado como una nueva y refrescante visión donde hablar de Arquitectura es hablar de Cultura y de interés general.

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