Hacia dónde se dirige el arquitecto hoy

Caterina De La Portilla es la arquitecta con el pensamiento más pionero que podemos encontrar a día de hoy. Tras desprenderse de los prejuicios propios cultivados en la escuela de arquitectura, llega a una clara conclusión. Es inviable que, si cada año –solo en España– se gradúan 3.000 nuevos arquitectos, se enfoquen todos ellos en dar respuesta a un único nicho cuya demanda se ha mantenido prácticamente igual en los últimos años.

Evidentemente, si el trabajo de los más de 80.000 arquitectos que hay en nuestro país se orienta a una única necesidad, el mercado se sobresaturará y, como consecuencia, se devaluará tanto la labor ofrecida, como la profesión. Esto se traduce en que el salario del 80% de los arquitectos con 35 años no sobrepase los 1.100€/mes.

En la escuela fomentan el desarrollo creativo, pero las nuevas ideas generadas se basan en unas necesidades sociales que son imaginadas e inventadas, sin haber preguntado previamente a las personas qué es lo que necesitan, cuáles son sus verdaderos problemas o qué es lo que quieren.

Así, es evidente que la Covid-19 haya dejado desnudas muchas de las suposiciones planteadas y debatidas únicamente por arquitectos. Ni las casas de 40 m2, ni las áreas compartidas, ni un salón que funciona al mismo tiempo como dormitorio, cocina y oficina eran la solución a nuestra forma de habitar.

Con una educación que se conforma con construir castillos en el aire y que prescinde del factor cliente, los arquitectos se olvidan de aprender cómo funciona el mecanismo de la profesión para hacer de esas ideas un flujo de trabajo constante y de calidad.

Caterina De La Portilla se dedica justo a esto, enfoca su labor a proporcionar la formación que le falta a todos los arquitectos, independientemente de su edad, localización, estatus o años de experiencia. Ningún arquitecto antes ha recibido educación en la escuela para entender cómo funciona el mercado.

A través de la Comunidad de Arquitectos Independientes –conformada por más de 150 arquitectos de más de 10 países diferentes del mundo hispanohablante– Caterina De La Portilla ofrece las claves y las herramientas necesarias. Se trata de buscar nuevos nichos, nuevos sectores de oportunidad que no estén colapsados y localizar aquellas necesidades aún descalzas. Así, la Comunidad de Arquitectos Independientes explora demandas en más de 30 ramas distintas del mercado y desarrolla la habilidad de crear estrategias de negocio flexibles que les permitan mantener un flujo de trabajo estable. Con más preparación en este ámbito y más sensibilidad hacia las personas para las que trabajamos podremos devolver la dignidad al oficio.

La predisposición de la arquitecta es clara, “Una solución arquitectónica debe tener siempre una motivación humana”, dice. Coherente a su pensamiento, en la Comunidad de Arquitectos Independientes aparece una humanidad y un compañerismo inéditos. Cada uno con sus inquietudes, frustraciones y logros se apoyan detrás de las bambalinas hasta que salen al mercado y consiguen ser independientes profesionalmente.

Caterina De La Portilla pone las cartas sobre la mesa al cuestionarse si seguiremos haciendo “casitas” luchando en un mercado ultrasaturado y malviviendo mes a mes o si redefiniremos nuestra labor para no quedarnos atrás y contribuir en los avances de nuestra sociedad futura.

Conocé más acerca de Caterina > https://www.caterinadelaportilla.com/