9.1.2011
Escalas de la Ecología. Restauración de un paisaje en extinción
Esta investigación sobre el desastre ecológico existente en la cuenca Río Matanza-Riachuelo, donde muchos han muerto y en la cual cada año el deterioro se agudiza debido a la falta de acción de los líderes locales, apunta a que aquellos que trabajamos con la naturaleza generemos ideas, busquemos asistencia ó lo que esté a nuestro alcance, en un intento de revertir esta situación.
“Corrupción, impunidad, irresponsabilidad, desidia, indiferencia, inequidad, ignorancia, marginalidad, enfermedad, muerte”.
Estas son las razones por las cuales la Cuenca del Río Matanza – Riachuelo se convirtió en una tierra destruida por el hombre y el mayor problema ambiental que existe en la Argentina.
La cuenca Matanza-Riachuelo se ubica en el área metropolitana de Buenos Aires, abarcando parte de la Capital Federal y 11 Municipalidades. Allí viven cerca de 3.000.000 de habitantes, el 8.6% de la población total del país. Su superficie total es de 2.238 km2, con una longitud de 70 km. Además, su escasa pendiente (0,5 m/km) provoca inundaciones por precipitaciones y mareas meteorológicas, causando daños en las personas y bienes.
Desde el punto de vista ambiental en la cuenca baja se ubica la máxima contaminación, en la media hay un alto grado de contaminación y en la alta las condiciones son todavía satisfactorias.
Los puntos críticos de contaminación son la zona portuaria, localizada en la boca del riachuelo donde la industria petroquímica descarga toneladas de petróleo crudo, combustibles y químicos; otras industrias tales como las textiles, alimenticias, embotelladoras, papeleras y curtiembres, arrojan sus desperdicios sin tratamiento previo, y los asentamientos precarios que carecen de infraestructura, los basurales a cielo abierto, los desagües cloacales y pluviales que desembocan directamente en él.
Los sedimentos del cauce presentan un alto grado de contaminación en la cuenca baja, de la misma manera que los suelos por el impacto de los desechos industriales arrojados sobre el terreno natural que se filtran hasta alcanzar las aguas subterráneas.
Las causas de mortalidad frecuentes se deben a enfermedades cardiovasculares, tumores, intoxicaciones por nitratos y metales pesados y accidentes.
El desarrollo urbano de la cuenca ha sido siempre limitado por los problemas hídricos, de contaminación y por la mala implantación de estructuras antrópicas (FFCC, rutas, drenajes).
Desde el marco legal-institucional hay una indefinición legislativa debido a la superposición de normas de distinto origen, y de jurisdicciones que impiden el adecuado control del cumplimiento de las leyes y una distribución de competencias y funciones en distintas autoridades (nacional, provincial y municipal) que hacen un ordenamiento jurídico poco efectivo.
Desde el punto de vista paisajístico la zona de la Boca del Riachuelo, con construcciones típicas de inmigrantes italianos ligadas a actividades portuarias, estructuras metálicas y puentes, crearon un espacio urbano singular que hoy es recurso turístico.
La forma en que nuestra sociedad se relaciona con la naturaleza ha sido siempre conflictiva. El hombre ha sacado partido de los recursos naturales, devorándolos sin tener en cuenta de que algún día los mismos se agotarían.
Hoy, el río Matanza-Riachuelo es una cloaca a cielo abierto en la ciudad de Buenos Aires.
¿Pero cómo es que se ha llegado hasta tal punto?
La respuesta está en que a lo largo de la historia de este paisaje fue adquiriendo distintos significados y simbologías en relación a una estructura de sociedad, a un modelo de poder, a una estructura productiva, a una manera de hacer ciudades y de relacionarse con la naturaleza. Para reflexionar sobre la relación hombre – naturaleza, en este paisaje en particular, se divide a la historia en etapas de acuerdo a sus diferentes simbologías asociadas al Riachuelo.
Paisaje natural, refugio vs. amenaza
(Período colonial hasta 1810)
El Riachuelo es el principal motivo de que Buenos Aires esté donde está, es un puerto natural donde los colonizadores protegían y reparaban sus naves. En relación con la naturaleza existía una política urbana que se refleja en las Leyes de Indias y en las actitudes de las autoridades. El escaso desarrollo de la tecnología impide grandes intervenciones sobre el medio. Por otro lado, este paisaje natural era una amenaza constante para sus primeros habitantes, ya que durante la estación seca estaba cubierto de lagunas siendo una región baja e insalubre. En las partes bajas próximas al Riachuelo las inundaciones eran continuas perjudicando a personas y construcciones.
Paisaje de matanza
(1810-1860)
Durante este período comenzaron a funcionar los saladeros en los cuales se comenzaron a sacrificar miles de animales al mes. Parte de los residuos se utilizaban en industrias o alumbrados, pero los desperdicios eran arrojados diariamente al Riachuelo formando bancos de metros de espesor. La sangre que se vertía era tan abundante que se formaba una costra sobre el terreno. El estado del Riachuelo era deplorable y el olor se extendía por toda la ciudad.
En 1822 las autoridades expulsaron las curtiembres y fundiciones al otro lado del río pero siguieron arrojando sus residuos. En 1830, el primer intento de proteger al Riachuelo fue la prohibición de arrojar los desperdicios, pero no fue respetada.
Paisaje putrefacto
(1860-1930)
Las prohibiciones y decretos por “la necesidad urgente de disminuir la putrefacción del agua” no fueron respetadas. En 1869 el paisaje ofrecido era monótono, se encontraban campos incultos, calles fangosas, viviendas mal ventiladas inmersas en un olor putrefacto. En 1871, durante la epidemia de fiebre amarilla, el diario La Nación publicó la siguiente descripción del Riachuelo, “El lecho del Riachuelo es una inmensa capa de materias en putrefacción. Su corriente no tiene ni el color del agua. A veces sangrienta y otras verde y espesa, parece un torrente de pus que escapa a raudales de una herida abierta en el seno gangrenado de la tierra. Un foco tal de infección puede ser causa de todos los flagelos, cólera y fiebre. ¿Hasta cuando aspiraremos el aliento y beberemos la podredumbre de ese gran cadáver tendido a espaldas de nuestra ciudad? “
Mecanismos ecológicos que llevaron a la muerte del Riachuelo
El río eutroficado, con exceso de sustancias químicas, es incapaz de asimilar sin alterar la calidad del agua. La materia orgánica arrojada superó la capacidad ecológica del río para depurar esos efluentes. El agua con mal olor significa que la cantidad de oxígeno está por debajo de los niveles que permiten la vida de organismos vegetales y animales que lo poblaban y han sido reemplazados por organismos anaeróbicos que producen metano y ácido sulfhídrico.
Paisaje de impunidad
(Desde 1930 hasta la fecha)
El auge industrial, producido por la sustitución de importaciones, obliga a acelerar los procesos de urbanización y, paralelamente, hay un aumento de habitantes a causa de la migración interna. Estos factores llevaron a una nueva forma de vivienda, la “villa.” El desarrollo industrial y barrial ocurrió sin la infraestructura adecuada, sin servicios, sin planes de desarrollo, en zonas inadecuadas y bajas que ya contaban con la tradición de producción, realizándose obras de relleno sobre bañados, juncales, totorales, que funcionaban como depuradores naturales.
El proceso de industrialización, generó formas específicas de contaminación a causa de la presencia de sustancias químicas inorgánicas y metales pesados que los mecanismos naturales del río no pueden depurar. Lo que antes había sido un problema cuantitativo (expresable en toneladas de materia orgánica en función del caudal del Riachuelo) pasa a ser una cuestión cualitativa, porque no hay bacteria capaz de degradar los compuestos de cromo o de plomo.
Según las estadísticas, varios miles de industrias vuelcan sus residuos al Riachuelo. Las autoridades políticas tomaron este acontecimiento como pretexto argumentando que era imposible controlar a todas las industrias y que temían que estos controles frenaran el desarrollo industrial. A lo largo de nuestra historia los intereses sociales y ambientales están subordinados a las ambiciones económicas debido a la codicia del poder económico y político. En un principio fueron los colonizadores, en la actualidad los intereses del sector empresarial y político en un marco de absoluta impunidad.
Escalas ecológicas
Si el medio natural está enfermo, esto significa que la sociedad que lo habita también lo está.
¿Pero cómo generar oportunidad en un paisaje totalmente deteriorado donde no están dadas las condiciones para el desarrollo de la vida?
A través de las “Escalas Ecológicas” se trata de definir un proyecto paisajístico tomando a la ecología como elemento potencial y generador del mismo, interviniendo en las relaciones de los componentes de este paisaje a través de las distintas escalas de intervención.
Esta hipótesis de proyecto tiene como objetivo restituir las condiciones ambientales del paisaje generando mecanismos ecológicos de acción que regulen la actual relación Hombre – Medio en la cual el hombre es depredador. Para conseguir este fin se proponen dos ríos: un río artificial creado por el hombre, donde el agua contaminada circula por distintos contenedores ecológicos para su tratamiento y depuración, de acuerdo al grado de contaminación de las mismas, y el río natural donde circularían y se reforzarían las condiciones naturales del medio para su protección y mantenimiento.
De acuerdo a la magnitud del daño ambiental que se presente, habrá una respuesta acorde en el proyecto a través de “las escalas de la ecología.”
Las escalas ecológicas, mediante procesos naturales y artificiales, intervienen en el medio enfermo para poder llevar a cabo su recuperación y saneamiento.
Al mismo tiempo, con la implantación de nuevas infraestructuras de saneamiento se posibilita la generación de nuevos hitos urbanos que ayudarían a la transformación de este paisaje símbolo de muerte en un nuevo ámbito para la ciudad reflejo de “responsabilidad y cuidado por la naturaleza”. A partir de entonces podremos cambiar la historia de este paisaje y la de nosotros mismos como sociedad y habitantes del mismo.
Por Carolina Faverio
Publicado en el IFLA News Nº 89, Octubre 2010
Gentileza de Virginia Laboranti