14.2.2006
Chacao a corazón abierto
Entre el Country, las faldas de la montaña y el Parque del Este se localiza
el municipio que, con su intensa actividad, teatraliza la matriz de un
escenario único de lo caraqueño al finalizar el siglo. Edificios, calles y
avenidas y, sobre todo, su riqueza ambiental, lo focalizan como el punto
estratégico que, desde la belleza del paisaje y de la ecología, lo
mantienen como la reserva indispensable para la Caracas del nuevo siglo.
El paisaje
Resulta difícil reflexionar a propósito de un aspecto clave,
específicamente arquitectónico, vinculado con la construcción y garantía
del paisaje del nuevo siglo y, particularmente, con la responsabilidad que
en ello tiene la Alcaldía de Chacao: la amplia y merecida expectativa
referida a la gestión que apenas se inicia, en cuanto al ordenamiento de
aspectos como seguridad, tránsito y administración de rentas, y la
presencia de un notable grupo de jóvenes profesionales liderado por
Leopoldo López (lo que augura la garantía de un servicio flexible para el
futuro), nos obliga a someter toda esta expectativa a consideraciones de lo
que sucederá en los próximos meses. Sin embargo, luego de la debacle
sufrida durante los últimos cinco años (que puso a Chacao al borde de la
pérdida de la memoria), en torno del futuro de todo este trozo de Caracas,
se mantiene la gran incógnita: ¿cuál es el peso que adquiere el espacio
público en este nuevo proyecto de ciudad?
Limitado entre los planos inclinados del Country (1925-1940) y los campos
prodigiosos del Parque del Este (Burle Marx, 1958); entre la autopista (La
Carlota, 1948) y la montaña monumental Chacao representa el tesoro de la
Caracas contemporánea; como diría mi amiga Marianella (la Salazar, por
supuesto) es una ciudad-estado, «un principado», una ciudadela caribeña,
sin embargo, ampliamente golpeada, y, créanlo, sin ninguna seguridad
futura. Su pequeño territorio de aproximadamente 1.250 hectáreas
representa, muy específicamente, en el emplazamiento extendido a lo largo
de 15 cuadras de la Francisco de Miranda, la ventana de la ciudad no sólo
al país, sino de Venezuela al mundo. Una ventana sólo comparable a Belgrano
en Buenos Aires, Leblon en Río de Janeiro, la avenida Paulista en Sao
Paulo, El Chicó en Bogotá o Insurgentes en Ciudad de México.
Version completa:
http://www.el-nacional.com/result.asp?file=eln10092000pc12s1.htm
arquitectura