ASF Arquitectos Sin Fronteras: Crónica de un mundo en cambio

En 1992, año del arranque de ASF vivían 393.100 residentes extranjeros en España. En 2006 residían 2.873.250, un incremento que ha contribuido al progreso económico del país. El concepto de igualdad de género estaba mucho
menos extendido. La violencia machista era poco más o menos que invisible. Había más vivienda en alquiler (en 1991, el 15,2%, en 2002, sólo el 10%). En el contexto internacional la exYugoslavia se desangraba y la que hoy es la Europa de los 25 era aún la de los doce. En ese año finalizó el apartheid en Sudáfrica, aunque las primeras elecciones democráticas no llegaron hasta 1994.
En 1992, internet era todavía un fenómeno desconocido para la inmensa mayoría: En el mundo habitaba una población compuesta por mil millones de personas menos que en la actualidad. Fue el 92 el año de la celebración de la Conferencia de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, un eslabón en el despertar de la conciencia ecológica, que se ha ido extendiendo en los últimos años. Importante fue en ese aspecto la reunión en Kyoto de 1997, para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para el desarrollo, los noventa fueron una década perdida, y en el nuevo milenio, tras el ataque a las Torres Gemelas, la tendencia se ha confirmado. Según la Campaña Pobreza Cero, la ayuda de los países ricos ha disminuido un 25% en los últimos 15 años, y los países ricos destinan, proporcionalmente a su renta, la mitad de ayuda que en los años sesenta. Aun con todo se ha logrado un descenso de la malnutrición: del 20% con problemas de malnutrición en 1992 al 17% actual, lo que debido al crecimiento de la población se reduce a tres millones de personas menos en el mismo período.

Los progresos han sido manifiestamente insuficientes, y además se ha conjugado con retrocesos. En 1990 el 20% más rico de la población ganaba 60 veces más que el 20% más pobre, y en 1997 la diferencia era de 74 a 1, según el PNUD. En 1990 el número de pobres en América Latina, según CEPAL era de 200 millones. En 1997, 204. Sin embargo, tras años de crecimiento en 2006 descendió a 194 millones, cerca del 36% de la población.
Desde 1990 hasta 2003, según UNICEF estallaron 59 conflictos armados, aunque como dato positivo, el número de países productores de minas terrestres descendió desde 50 en 1992 a 15 a mediados de 2003.

Por primera vez en 2006 el número de muertes infantiles (menores de 5 años) no llegó a los diez millones de personas. Triste consuelo si consideramos que en 1960 superaba los 20 millones al año, y en 1990 eran casi 13. No obstante, el 40% de esas muertes se podrían evitar, según Unicef, pues se trata de enfermedades para las que existen tratamientos: neumonía, diarrea, sarampión o la malaria.

Contestaciones
En 1999 se produjeron unas manifestaciones en Seattle contra la Organización Mundial del Comercio que asombraron al mundo. El llamado movimiento antiglobalización se plasmaba en la calle y durante los siguientes cuatro años generaría ríos de tinta en los medios de comunicación, más ávidos de buscar novedades que de sintonizar con la crítica. Ese protagonismo fue entonces mucho mayor que lo que hoy proyecta.
Los progresos han sido manifiestamente insuficientes, y además se ha conjugado con retrocesos. En 1990 el 20% más rico de la población ganaba 60 veces más que el 20% más pobre, y en 1997 la diferencia era de 74 a 1, según el PNUD. En 1990 el número de pobres en América Latina, según CEPAL: era de 200 millones. En 1997, 204.
Desde 1990 hasta 2003, según UNICEF estallaron 59 conflictos armados, aunque como dato positivo, el número de países productores de minas terrestres descendió desde 50 en 1992 a 15 a mediados de 2003.

El Informe Meltzer y otras paradojas
En 2000, año en que se aprobó la Declaración de Objetivos del Milenio, se publicó este informe, realizado por la Comisión Internacional para el Asesoramiento de las Instituciones Financieras Internacionales. El documento concluía que el 80% de los recursos del Banco Mundial no son dedicados a los países más pobres.
También en 2000 se dio a conocer la paradoja de las ayudas: La Unión Europea subvenciona con 913 dólares a cada vaca de su territorio y destina 8 a cada persona africana para salir de la pobreza.
Si al intercambio desigual le sumamos la deuda asfixiante, es más sencillo comprender mejor el por qué de la desigualdad mundial. Según el Banco Mundial (citado por el Atlas de Le Monde Diplomatique) entre 1980 y 2001 los llamados Países en Vías de Desarrollo pagaron 4,5 billones de dólares, al tiempo que su deuda externa se multiplicó por cuatro en el mismo período, pasando a ser de 2,5 billones en 2001.

Toma de conciencia
En los próximos 15 próximos años es preciso una lucha sin cuartel contra esa funesta tendencia a acostumbrarse a la miseria. Durante estos 15 años la conciencia social en España se ha popularizado, pero encierra severas contradicciones y corre el riesgo de quedar atrapada en la superficialidad de lo políticamente correcto. La movilización a favor del 0,7%, contra la deuda externa o contra la guerra han vivido sus picos de sierra, con severas contradicciones, pero pese a todas las batallas perdidas se puede decir que en estos 15 años algo se ha avanzado. Hace ya una década, en 1998, se aprobó la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo en España. En esa legislatura se produjo la firma de todos los partidos políticos por el compromiso de alcanzar el 0,5% durante la legislatura (96-00). El pacto quedó incumplido. Ahora los partidos han firmado un documento en el que entre otros compromisos prometen el 0,7% para 2012 de la Renta Nacional Bruta por todas las Administraciones del Estado, Comunidades Autónomas y Entes Locales. A ver si es verdad. En el ámbito internacional, la escala de prioridades refleja la ausencia de voluntad política por erradicar el hambre y la miseria, egoísmo que contrasta, como denuncia Arcadi Oliveres, presidente de Justicia y Paz y experto en cooperación, con el gasto a espuertas para la Guerra de Irak. Este conflicto tiene un protagonismo que contrasta con los otros 20 conflictos armados existentes al finalizar 2006 (Fte. Escola cultura de Pau) que afectaban a países como Argelia, Chad, Costa de Marfil, Nigeria, Rep. Centroafricana, R.D. Congo, Somalia, Sudán, Uganda, Colombia, Afganistán, Filipinas, India, Nepal, Sri Lanka, Tailandia, Rusia, o Israel-Palestina. Cinco años antes el total era de 27. Este mismo informe concluía que la situación de la mujer “es especialmente grave en 31 países”.

La movilidad humana
En la actualidad, el Banco Mundial calcula que más de 200 millones de personas son migrantes, el 3% del total de la población del planeta. En 1970 eran 82 millones.
El mundo se ha hecho más pequeño, y efectivamente, está más interconectado, pero hay miedo a perder posiciones de dominio, necesidades más o menos puntuales de mano de obra y aspiraciones de mejora de vida, lo que dibuja una parte sustancial de la compleja realidad internacional por la que transitamos.

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