15.5.2020
10 variables de una nueva normalidad para la arquitectura
El mundo se ha vuelto imprevisto. En una época en que los transportes públicos, estaciones de tren, escuelas, aeropuertos y supermercados están vacíos, los eventos postergados y el mundo experimentando variados niveles de incertidumbre, encontramos un cierto grado de calma, al saber que estamos todos juntos en él.
En la comunidad de diseño estamos acostumbrados a trabajar en equipo. De acuerdo con los datos de un estudio de la publicación Consulting-Specifying Engineer aproximadamente el 60% de los consultados trabaja de manera habitual en equipos de proyecto de una a cinco personas y un 25% trabaja en equipos de seis a 10 personas. Somos realmente animales sociales aunque muchos no lo quieren admitir. Por ejemplo, un ingeniero habitualmente trabaja en una oficina, va a euniones con el cliente, colabora con compañeros de su equipo y de otras áreas de su compañía. Esta interactividad cotidiana es normal, y ahora con el COVID-19 se ha intensificado dramáticamente.
El teletrabajo ha eliminado las reuniones presenciales. Los viajes por trabajo se han eliminado por completo. Las sesiones de brainstorming sobre cómo diseñar una fachada o una baranda ahora se hacen por video conferencia o correo electrónico. Las inspecciones se hacen (harán) virtualmente. Nuestros Clientes aun necesitan que completemos los diseños, aunque la construcción física este demorada temporalmente. Seguimos activos. (no todos claro).
El futuro. La nueva Normalidad
Así las cosas hoy, de repente el mundo se ha vuelto Imprevisto, pero ¿cómo afectará esta situación de repentinos cambios, modificaciones e incertidumbre en nuestra actividad profesional post-pandemia?
– ¿Los proyectos se demoraran o suspenderán?
– ¿Habrá nuevos elementos de diseño a tener en cuenta en los proyectos?
– ¿Habrá nuevos métodos de diseñar, construir, o inclusive vivir la arquitectura?
– ¿Qué tecnologías están emergiendo de este incierto ambiente de trabajo?
– ¿Qué códigos, normas y reglamentaciones cambiarán por el Virus?
Nadie tiene la respuesta aun a pesar que sabemos que el mundo ha cambiado.
Algunas compañías están reportando que poco o nada ha cambiado en su modo de trabajar, mientras que otras comentan que su trabajo ha cambiado dramáticamente.
Pero hagamos aunque sea un poco temprano, un ejercicio de proyección un poco más detallado de las áreas de nuestra profesión:
Económica
Aunque hay opiniones encontradas sobre cómo esta suspensión/recesión afectará nuestra industria, sin duda varias tipologías de edificios, particularmente retail y oficinas comerciales, estarán alejados y/o postergados del radar de profesionales y desarrolladores por un buen tiempo.
Los tiempos de obra se deberán estimar considerando esperables pero imprevistas suspensiones temporarias por brotes de infección parciales o localizados.
Demografía
Si el encierro que hoy experimentamos, dura mas de un año, corremos el riesgo que una generación de estudiantes, con sus considerables talentos de diseño y pensamiento, atraídos por un ambiente que privilegia el “design thinking” deje la profesión para siempre. Y por otro lado probablemente mucha gente de la generación llamada “Baby Boomers” sean incapaces de subirse al nuevo tren tecnológico y mantener vivas sus firmas.
Trabajos
Nuevos trabajos, no muchos. Pero con una nueva matriz de destrezas que aparece. Además de las clásicas de, capacidad de adaptación, liderazgo, destrezas tecnológicas, pensamiento critico, comunicabilidad, etc. aparecerán otras como: liderazgo de equipos en forma remota, inteligencia emocional, el cronotipo, etc.
Por otro lado, las empresas recortarán su exceso de personal, y probablemente hagan reemplazos estratégicos, perdiendo muchos talentos en el cambio. ¿Se dispondrá de talentos para contratar?.
Tecnología
La ultima recesión mundial vio la transición del CAD al BIM. Once años más tarde hay mucha mayor artillería de herramientas disponibles: big data, analytics, capturas de la realidad, para nombrar algunos, y una enorme cantidad de desarrollos Build-Tech.
Algunas empresas, adoptarán estas herramientas para redefinir sus capacidades, y otras usaran estas tecnologías (por ejemplo BIM) solamente para mejorar viejos objetivos (hacer mejores planos).
Métodos
Así como la totalidad de la comunidad de arquitectura e ingeniería ha demostrado capacidad de trabajar de manera remota digitalmente, surgirán redes de talentos que ampliarán las posibilidades mas allá de lo local, se intensificaran los procesos de datos y los entregables, y se generarán oportunidades de crear nuevos valores a través de servicios digitales como analytics, fabricación digital y experiencias de realidad aumentada.
Estructura de la práctica profesional
Muchas oficinas de arquitectura e ingeniería han mutado su modalidad de trabajo a sus respectivos hogares, demostrando que la oficina física puede no ser esencial en el manejo de una firma.
Una nueva generación de estudios mas jóvenes, con habilidades digitales, con trabajadores talentosos y distribuidos globalmente, emergerá para competir con los tradicionales. Serán más flexibles, menos sujetos a la dinámica de las economías, hasta incluso no se conocerán entre ellos.
Aunque no es nuevo, la versión de la economía Gig (Economía basada en personas con trabajos temporarios, cuentapropistas, de manera separada, en lugar de trabajar para un empleador) en el área de diseño va a potenciarse, enfocada menos en los proyectos completos y más en tareas complementarias. La gestión de esos equipos va ser clave y muy buscada.
Construcción
Entre preocupaciones de salud, inmigración, inestabilidad en los abastecimientos y presiones en los precios, los constructores se orientarán más a automatizar las tareas de obra y prefabricar lo mas posible. Las herramientas y procesos necesarios requieren una infraestructura digital que no encaja con los planos tradicionales y los constructores los encontraran en sus técnicos, sus arquitectos o en otro lado. Los proyectos financiados por el estado pueden llevar a protocolos digitales como un requisito, y como resultado la industria entonces estará forzada finalmente hacia las normas.
Talento
Sobrevivirá el que mejor se adapte. Esta frase sugiere que algunas de las mejores firmas de esta década emergerán del crisol de esta crisis, y los estudiantes de hoy en día mirarán cuidadosamente alternativas académicas, preparándose a si mismos a las nuevas realidades de la recuperación y demandarán a sus educadores lo que que ellos creen que es importante para prepararlos para la vida laboral. Los sobrevivientes definirán la formula del talento, que probablemente incluya un mix de destrezas tecnológicas, habilidad para colaborar directa y remotamente, y estilos flexibles de trabajo, técnicas y de vida.
Espacio
Algunas de las tradicionales prioridades del diseño dejarán espacio a consideraciones epidemiológicas: ¿Cómo se comporta este espacio en una pandemia? ¿Están los usuarios más o menos sanos? ¿Se ensuciará mucho, o puede limpiarse fácilmente? ¿Puede funcionar, técnica, espacial y estéticamente bajo las nuevas reglas de interacción y distancia física?
Hay sobrados ejemplos de cómo las enfermedades han dejado su impronta en la arquitectura. Por ejemplo, en Europa, la tuberculosis ha provocado que los arquitectos del movimiento moderno hayan sido influenciados por los “sanatorium” que aparecieron en muchas ciudades europeas. La pintura blanca, paredes de vidrio para maximizar la entrada de luz (que se sabia que mataba los gérmenes), y los techos planos se volvieron características comunes de la arquitectura moderna. Arquitectos como Alvar Aalto, y Mies Van der Rohe, han tomado prestada esta estética de los “sanatorium”. Una de las obras maestras de Mies, la Farnsworth House, fue descripta por uno de sus ocupantes como “…transparente como los rayos X. Está el rumor por ahí, que es un Sanatorium de tuberculosis”. El propio Alvar Aalto, refiriéndose a su Sanatorio de Paimio, lo describió como un instrumento Médico”
Farnsworth House – Ludwig Mies van der Rohe
La ciudad
La peste negra, el cólera y la tuberculosis cambiaron la arquitectura y el diseño urbano, el Covid-19 puede que no. Las epidemias forzaron cambios porque la gente creyó que podrían retornar o nunca irse. Por contraste mucha gente tiene la esperanza que el Covid-19 será vencido relativamente rápido. En el primer país que atacó, se hicieron algunas adaptaciones urbanas. En China muchos edificios de viviendas agregaron estantes para que los delivery dejen la comida y otras cosas. Tan rápido como se levantaron los encierros, fueron quitados.
Pero de cualquier manera, en todas partes del mundo, las enfermedades han dejado su impronta en el diseño urbano y en las tendencias del mercado inmobiliario. Las ciudades han sido golpeadas duramente por el Covid19, trayendo cuestionamientos a la proximidad y a la densidad.
El Covid19 nos ha hecho sentir a los terrícolas que lejos de ser invencibles, somos vulnerables. Sin vacunas ni tratamientos médicos, el distanciamiento físico y el “quédate en tu casa” son estrategias regulares (y únicas) para gestionar la pandemia, la naturaleza cambiante del espacio urbano y el potencial resurgimiento de suburbios mas espaciosos son oportunidades para los arquitectos para repensar y redefinir los fundamentes de la vida urbana.
Fuente: Blog Estudio Marshall
Leé la nota original > http://blog.estudiomarshall.net/wp-content/uploads/2020/05/10-variables-para-una-nueva-normalidad-3.pdf