Cuatro estudiantes, cuatro proyectos

La formación del arquitecto es un proceso circular, de constante retorno a los fundamentos, a las raíces, reformulación permanente de ideas y principos universales. Bajo esta premisa desarrollé un proyecto de investigación que se convirtió finalmente en mi tesis de grado, motivado también por un gran interés en incorporarme tempranamente la actividad docente. Apoyado por mi tutor, Carlos Pou Ruán, y finalmente por el jurado evaluador, director de la Escuela de Arquitectura, José Rosas Vera, abrimos un curso de diseño para estudiantes de primer semestre, de manera que mi último período en la FAU era una vuelta al comienzo y para ellos era un contacto cercano con el fin de su formación.

Organicé este curso a partir de cuatro ejercicios de diseño donde explorar cuatro aspectos básicos de proyecto (geometría, escala, recorrido, programa). Utilizando como datos los trabajos de los estudiantes -que discutiamos en grupo para luego sistematizar y analizar gráficamente, introduciéndolos así al uso de algunas técnicas de representación arquitectónica- desarrollaba estos ejercicios (galería, museo, club social y biblioteca) con mayor profunidad y como respuesta a sus inquietudes e intereses creativos, en un proceso contínuo de retroalimentación, debate y trabajo en equipo.

Esta experiencia, además de su interés pedagógico, se vincula con la necesidad de estimular la comunicación creativa como un instrumento de proyectación e instrumención de nuevos métodos, más dinámicos y participativos, para la enseñanza-aprendizaje del diseño.

Este trabajo obutvo calificación de 20 puntos y diploma a la excelencia en diseño.