CATÁLAMO

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lA CAVERNA DEL SUBCONCIENTE. El proyecto consiste en las cualidades espaciales interiores del hormigón como material puro, basándonos en el concepto cueva desarrollamos un modelo con técnicas artesanales, la base moldeada a partir de un encofrado de barro y el exterior a partir de oleos hechos de polvo de óxido. Autores: Brissio Emilia - Muñoz Braian - Pastore Andrés
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 El proyecto se inicia en la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba, en la catedra de arquitectura 4A que tiene como titular a Ian Dutari, el decano de la facultad, bajo la tutela del profesor Huespe Daniel. La idea de partida era crear un objeto de hormigón que tuviera cualidades espaciales y explorativas de las posibilidades de este material, crear interioridades sin más que materiales puros, luz solar y sombras.

 

El proyecto comenzó como un bloque monolítico de material, partimos de una búsqueda conceptual que fue explorar las posibilidades de una planta libre abierta y pública, y colocar el resto de los recorridos en el bloque superior. La idea de partida fue, si quitamos, "EROSIONAMOS" la planta baja estaríamos siguiendo el proceso que provoca en las cuevas la circulación del agua; – que cosa más natural y pura que el recorrido del agua? ¡Seguimos explorando y concluimos en que si conceptualizamos una cueva, ¿quién viviría en una?, y Emilia (integrante del grupo) se exaltó diciendo: -Nosotros vivíamos en cuevas! éramos cavernícolas, la cueva fue nuestra casa primera! Esta deducción guío el proyecto firmemente.

 

La expresión formal de la planta baja se dio por el diseño de 4 "columnas" hiperbólicas que representaban esa erosión, generando así una base utilizable y una estructura poco obvia e imperceptible como tal. Para realizar esto en maqueta creamos un molde de barro de las columnas, luego completamos el volumen vacío de la planta baja con más barro pero esta vez mezclado con cola, para así formar una mezcla mucho más resistente. Quitamos las columnas y quedo el vacío de las mismas, sobre este vacío volcamos hormigón dentro de un encontrado que formó una base de 4 cm reforzada con alambres, al igual que las columnas.

 

La ideación del proyecto continuó en plantear un cilindro central entre las columnas que generaran un espacio principal y distribuidor, que vinculara la planta baja con los demás espacios y con el cielo mismo. Esto generó una continuidad espacial dada por las visuales y el juego de luces y sombras provocadas por la forma. Dentro del cilindro se incrustó una rampa que alcanzaba a los 5 espacios internos. Estos espacios internos debían poseer cierta clase de misticidad, por lo que se diseñaron para que cada uno de ellos fuera diferente y produjera una sensación distinta.

 

El hormigonado se realizó armando un encofrado interno para delimitar los espacios y se pintó el encofrado exterior con polvos de óxido para agregarle una expresión material nueva al bloque monolítico, esta expresión articulada con la idea de cueva, de la cueva de las manos, donde expresaba la participación del hombre en el objeto histórico.

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