Casa Mitre

Casa Mitre

Ubicada en el centro de la ciudad de Salta, esta casa es una de cuatro propiedades idénticas construidas en el año 1945 formando una típica vecindad, que como tantas otras quedaron inmersas en el  denso tejido urbano y hoy van desapareciendo poco a poco debido a la presión inmobiliaria.

A diferencia de una casa nueva, una reforma completa es un proceso complejo que tiene desafíos constructivos mucho mayores a resolver, por ello el estricto relevamiento de lo existente es fundamental para la toma de decisiones.

La intervención fue una reforma integral de la vivienda, con una propuesta que pone énfasis en la importancia del diseño interior, la correcta elección y uso de materiales para poder adaptar los espacios a las necesidades y gustos de una familia joven, pero respetando al mismo tiempo la esencia de la casa original.

Se optó por mantener todo lo que fuera posible de la construcción existente. La distribución de los ambientes era óptima, al igual que las dimensiones de los mismos con sus altos techos. Se realizó la demolición de una única pared para integrar la cocina con el comedor diario y se derribó un pequeño cerco que dividía el jardín. Estos dos espacios, cocina comedor y jardín, son los que más transformaciones tuvieron, todo esto en post de impulsar la amplitud que ya prevalecía en el resto de la casa.

La cocina, hoy mucho más flexible y amplia, se convirtió en un espacio con una nueva energía, un lugar cómodo dónde cocinar y compartir se vuelven una sola actividad.

El jardín se aprovecha ahora en su totalidad, sin necesidad de dividir el espacio de servicio con un muro bajo. Las áreas de lavadero y depósito están integradas y a la vez ocultas con puertas metálicas caladas, que son en sí mismas elementos de diseño que componen la estética del patio.

Como acción fundamental debieron reemplazarse las instalaciones que se encontraban deterioradas, mal reparadas o no cumplían con normativas vigentes y eran escasas para el uso actual. En los sectores donde fue posible se decidió no embutir cañerías, para no picar y deteriorar los muros construidos, dejando a la vista la nueva instalación eléctrica aérea, que evidencia la intervención.

Se conservaron y restauraron las aberturas originales, de madera y tamaño pequeño en algunos casos, las cuales otorgan iluminación justa y hasta escaza en ciertos ambientes. Para lograr que los espacios sean más luminosos la elección del tono del piso y el color de las paredes fue determinante, colores claros que reflejan la luz natural que ingresa. Con apoyo de luminarias combinadas y bien elegidas para cada habitación se crean ambientes cálidos que generan contrastes de colores con los distintos elementos como carpinterías y muebles.

Todo fue diseñado en un equilibrio monocromático, jugando con la belleza propia de distintos materiales, texturas, terminaciones, brillos y luces que solo realzan una belleza ya existente en la estructura de esta añeja casa de 1945.