Ampliación Hotel Punta Sal-Tumbes

Alvaro Castro Babbini
El hotel Punta Sal es un referente en el norte de Perú, ubicado en el balneario homónimo y único en nuestro litoral, cuenta con uno de los espacios naturales más privilegiados para quienes buscan lo mejor que la costa puede ofrecer.
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Punta Sal es una playa con una ubicación geográfica especial, que aparte de aprovechar las aguas cálidas de la corriente del Niño, posee una orientación que protege el frente de los vientos del sur, generando un microclima libre de lluvias y nubes, que pueden afectar a sus vecinos la mayor parte del año, con un mar cálido y tranquilo, único en el litoral peruano. El hotel tiene 40 años de trayectoria y a lo largo de esos años ha pasado por continuos procesos de renovación; en esta nueva etapa en particular, el cliente deseaba ampliar la piscina y a la vez generar nuevos espacios para conectar de una manera más moderna y natural la playa con el hotel, articulando así un nuevo restaurante, bar, sundeck y nuevas terrazas.

EL CONCEPTO DE DISEÑO:

Resolver el principio estético del proyecto fue especialmente retador al buscar un concepto que integrara la propuesta. Tras un análisis del contexto y del entorno, comprendimos que la idea principal debía surgir de la experiencia directa del huésped. La arena clara y templada, el mar cálido y el suave viento nos hicieron pensar en cómo la forma de las ondas se asemeja en estos tres elementos, dándonos el principio para un análisis gráfico que los representase. Luego de una síntesis, nació la idea de la cobertura, que repite un módulo en distintas posiciones y tamaños formando capas que emulan geométricamente las ondas del mar, el viento y la arena, a modo de árboles que acompañan a las palmeras existentes. Para la sensación de espacio, partiendo de estos elementos naturales, sabíamos que el principio natural debía estructurar la experiencia. Esta idea, junto al nivel de primera calidad del hotel, nos hizo pensar en el concepto que denominamos “Ecochic”, el lujo en lo natural.

LA PROPUESTA:

Funcionalmente, el conjunto partió de la idea de dar continuidad a la nueva piscina con la existente, creando un eje que dividió el espacio de trabajo en dos; al norte se ubicó el restaurante, bar y sundeck y al sur, terrazas complementarias, ideales para disfrutar del mar y del atardecer. El bar, como elemento articulador, se sitúa entre la piscina, la terraza, el restaurante y el sundeck, en un área central que divide físicamente pero integra funcionalmente los espacios, tiene cuatro frentes que aprovechan una vista privilegiada. El restaurante, proyectado para 44 comensales, sirve como complemento al existente para ofrecer una mayor variedad de opciones al huésped, diseñado junto a una cocina que atiende tanto a este espacio como a las terrazas del hotel. La piscina, lejos de separarse de la existente, busca crear una sola figura como declaración del hotel de que el agua es uno de sus protagonistas, tanto de día como de noche. Es un espacio para compartir, donde las alturas se han diseñado para que adultos y niños puedan usarla de manera segura. Como resultado, la propuesta genera un conjunto que se fusiona con las palmeras como un elemento natural nuevo que ofrece al usuario diferentes rincones para disfrutar de esta playa única, donde el diseño actúa como complemento a una experiencia integradora, relajante y memorable.

 

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