SIDERAL: Oficinas en una nave industrial en Móstoles

gon architects
SIDERAL es la respuesta al encargo de recuperar una nave industrial construida a finales del siglo XX, en un polígono de la periferia del sur de Madrid, cerca de Móstoles, y transformarla en unas oficinas y almacén para una empresa de reparto de publicidad.
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La configuración espacial del edificio, que hace esquina dentro de un tejido urbano fabril, se organizaba antes de la intervención en dos niveles, cada uno de ellos con numerosas compartimentaciones unidas, en la segunda planta, por una gran cubierta metálica opaca que obligaba a disponer de luz artificial, situada a la cota de +9,63 metros.

Frente a la idea de hacer desaparecer el marcado carácter industrial de la nave, la intervención tiene la voluntad de reciclar el espacio y ponerlo en valor mediante la recuperación de escogidos elementos singulares que, tradicionalmente, han formado parte del paisaje industrial, presentes tanto en el espacio anterior como en el imaginario colectivo de este tipo de edificaciones, como son la amplitud espacial, el tipo de pavimento, el sistema de iluminación o el uso de materiales como el acero, y así continuar con un lenguaje existente y a la vez inherente a este tipo de edificaciones.

De esta manera, el proyecto, que busca satisfacer el deseo de los clientes de disponer de un espacio de trabajo diáfano y un gran sistema de almacenaje compatible con un carácter simbólico y representativo de su empresa, reorganiza el edificio en dos niveles. Mientras que en la planta baja se sitúa la recepción y el almacén a doble altura, la planta superior alberga las oficinas, los despachos, la sala de reuniones y una zona de descanso con cocina.

La toma de decisiones para obtener el resultado de la nueva nave es tan clara como precisa y se centra en una serie de acciones:

vaciar el espacio eliminando falsos techos y tabiques de forma que se visibilice la estructura y volumen originales de la nave. Si los nuevos paramentos verticales que dividen las estancias son grandes vidrios de suelo a techo que permiten generar una transparencia inédita en la planta superior mediante la visión total de lado a lado de las oficinas, la sustitución de las carpinterías dobles de las ventanas de la fachada por unas de una sola hoja facilitan la introducción de la naturaleza exterior en el interior.

reconfigurar la silueta interior de la cubierta con una forma de sierra que paute el espacio de forma más clara y poco monótona. Esta nueva configuración del techo, además de reforzar el carácter secuencial del lugar de trabajo, permite generar una mayor riqueza visual donde las compresiones y dilataciones espaciales gracias a los picos y las cumbreras de la sierra ofrecen una experiencia arquitectónica tanto al trabajador cotidiano como al visitante.

agujerear al norte con el fin de conseguir introducir una luz constante, sin variación lumínica, necesaria para trabajar. Esta operación lumínico-espacial, que tiene lugar tanto en el área de trabajo como en la zona de los despachos, se  materializa mediante la introducción de lucernarios de grandes dimensiones que permiten, además de aportar luz, establecer, una vez más, una conexión visual entre el interior y el exterior.

cualificar el techo mediante una chapa ondulada reflectante continua que aporte unidad y luminosidad a las oficinas. La totalidad del techo de la planta superior se cubre con un elemento de naturaleza industrial como es la chapa de acero, que facilita mantener el carácter y la narrativa originalmente industrial de la nave y apartarla del carácter doméstico que habría tenido sin ella. Un caso singular respecto al techo lo marca la sala de reuniones, donde se interrumpe el uso de la chapa para ser sustituida por un jardín vertical dispuesto en horizontal. Esta situación espacial marca un punto de excepción y busca construir una narrativa diferente al resto del espacio reservada exclusivamente para los visitantes al centro.

Al igual que el techo, los suelos de la nave también pretenden establecer un diálogo de continuidad con el espacio mediante el uso de rollos de caucho de distintos colores según la estancia (gris en las oficinas, verde en la sala de ocio y amarillo en el aseo) que contribuyen a recuperar el carácter industrial del lugar.

acondicionar el espacio de oficinas mediante un equipamiento lo suficientemente flexible como para que (casi) cualquier configuración de trabajo sea posible a través de un modelo que se basa en un sistema y no en un diseño. Frente a una organización celular, se busca la interacción de los trabajadores a través de un mobiliario que facilita no sólo el trabajo individual o en grupo sino que fomenta la relación entre los trabajadores.

Estas cinco acciones construyen SIDERAL, un tipo edificatorio híbrido en el paisaje industrial de Móstoles que opera mediante lógicas arquitectónicas del presente, uniendo el modelo productivo de las oficinas con otro tan necesario y contemporáneo como es el del ocio, donde los límites entre el trabajo y la vida se diluyen.

 

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