Arquitectura

Oficina BEarq

BEarq
Sobre un oasis urbano apenas influenciado por el agitado ritmo de la ciudad, y en mitad de un parqueadero del centro, encontramos una modesta casa de ladrillo, olvidada de habitar, abandonada a merced del tiempo; la necesidad de un espacio íntimo para proyectar nos permite identificar el potencial que la vieja estructura ofrece; nos proponemos a recuperarla cuidando de preservar la concepción de lugar más que la arquitectura misma.
1870

El proyecto tenía que transmitir la filosofía del equipo, con respecto a la honestidad del material y la continua experimentación espacial manifiesta en nuestros proyectos. La necesidad inmediata de espacio, obliga un trabajo de diseño paralelo a la construcción, decidimos entonces experimentar con una metodología alternativa de proyecto, liberar la responsabilidad que obligan los planos, y proponernos diseñar en obra, paralelos al tiempo de ejecución.

Se conserva la mampostería portante de ladrillo y la cubierta de teja cerámica artesanal, el contenedor queda definido y la intervención se limita al interior del edificio; reformamos los pavimentos y trabajamos en el recubrimiento de paredes, finalmente dejamos que las instalaciones eléctricas y de agua, además del mobiliario definan el proyecto.

 

Liberado el edificio de incómodos elementos, el espacio se vuelve flexible, adquiere la característica que el usuario, efímero, decide darle. La calma urbana que celosamente nos propusimos conservar se mantiene intacta, y el usuario se vale de ella para habitar.

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