Casa G&G Cariló

Tava Arquitectura
Vivienda unifamiliar en Cariló, partido de Pinamar.
1787

Esta obra es el resultado de un proceso de proyecto participativo realizado con nuestros clientes, con quienes trabajamos desde la elección del terreno hasta la concreción completa de la casa. Se trata de un matrimonio que buscaba construir una casa en Carilo, un lugar tranquilo rodeado de bosque y playa.

La necesidad de nuestro cliente implicaba algunos desafíos: por un lado, querían una casa con una impronta fuerte, elevada en el terreno, con geometrías marcadas por desniveles, pero a su vez una casa cómoda y funcional donde se optimicen los ambientes para vivir el día a día. Por otro lado, debería funcionar tanto para ellos dos durante el año, como para poder albergar la visita de toda su numerosa familia durante el verano.

El terreno elegido, ubicado en la esquina de la intersección de la avenida principal de Cariló y una calle de menor tránsito, contaba con pendientes y desniveles muy pronunciados de hasta 2,5mts sobre el nivel de calle. La adaptabilidad a este terreno resultó ser un factor fundamental en el proyecto.

Hacia divisadero, la casa muestra una fachada más cerrada y alta, había Chuña, calle elegida para los accesos, más abierta. El acceso vehicular se realiza al mismo nivel de la calle. En el peatonal hay una serie de plataformas con peldaños, que hacen que la llegada a la entrada principal, enmarcada por arboles propios de terreno, sea gradual.

En cuanto a la distribución, la casa cuenta con tres niveles generales: el garaje y el lavadero; el sector público: cocina – comedor, habitación de huéspedes; y el nivel privado integrado por las habitaciones principales, separadas ambas por un gimnasio / escritorio.

La disposición de los volúmenes y de los usos, arman en el sector más elevado del terreno un patio privado que funciona como expansión de la cocina y comedor, dónde se ubica la parrilla, la piscina cubierta y el hidromasaje.

Dentro de la casa, el espacio privado y el público están vinculados por un desnivel de tan solo un metro, lo que permite la fácil circulación dentro de la casa. Prácticamente no hay pasillos, con lo cual los metros construidos están totalmente optimizados.

La planta principal funciona de manera flexible: la cocina – comedor se conecta un pequeño living que puede permanecer abierto o cerrado, y convertirse en una habitación de huéspedes independiente.

La casa está orientada de manera tal de recibir el sol por la mañana en las habitaciones y al atardecer en el jardín, lo que garantiza una iluminación natural durante todo el día y en sus más variados matices de colores que mutan según el momento.

Todo el diseño y creatividad vertidos en el desarrollo de esta vivienda, pensados para ser vivida como un recreo permanente, fue lograda en su totalidad, materializando de esta manera uno de los deseos de este matrimonio: disfrutar plenamente cada rincón de ella.

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