6.9.2013
Vivienda Teresa, en Alicante
La elección del solar la determina la vocación urbanista de los propietarios. Una calle tranquila, de tráfico prácticamente nulo, ubicada en el Raval de San José de Elche. La dimensión de la parcela es de 7x10.50m, en una calle de 4 metros de anchura.
Colaboración tripartita y compleja: Maite (propietaria), Ángel y Javier (autores del proyecto, y uno de ellos propietario). La decisión primera es construir “la mirada oblicua”: la fachada se horada con los huecos mínimos, imprescindibles para cumplir la normativa de habitabilidad. Son rasgaduras como arpilleras que permiten que la vista resbale en paralelo a la calle. La vida está dentro. Un gran patio, de dimensión igual al ancho de la calle, se convierte en el verdadero centro del edificio y en su estancia más importante, permitiendo que la luz del sol bañe el interior.
La realización es un proceso de, prácticamente, autoconstrucción por parte de Ángel. Las soluciones y las decisiones de materiales las deciden la economía y el catálogo-portfolio que forman parte de su experiencia vital. Frente a la sofisticación se impone la imaginación como instrumento, la necesidad de buscar alternativas. Los detalles reflejan esta preocupación por lo sencillo en busca de lo esencial.