5.10.2020
Parque Salguero
Les compartimos el proyecto para el Parque Salguero que presentaron los estudios Cristián Ferrera arquitectura + MiAS Architects para el Concurso Nacional de Ideas, Buenos Aires y el Río “Parque Salguero” Distrito Joven//2020/.
1
Se trata de identificar las cualidades del lugar y ponerlas en relieve.
De dotar de una nueva identidad el lugar a partir de la lectura de lo preexistente con una lectura de unidad en el conjunto.
Proponemos trabajar por layers o capas de intervención.
2
Una primera capa describe el ámbito de actuación en el sentido longitudinal, el de las infraestructuras viarias que delimitan el ámbito, y a manera de reverberación, se acerca al río.
Constituye en esta sucesión o despliegue de límites, una gradación en la misma velocidad de percepción del lugar, desde el vial con tráfico hasta el borde del río, casi estático.
EL mismo nivel sonoro se va desplazando hacia el río perdiendo intensidad hasta el absoluto silencio.
3
En contraposición, una nueva capa, vincula este límite longitudinal, que se inicia con el vial rodado, con el río, atravesando en la otra dirección.
Serán aproximaciones directas al río, vistas pautadas hacia éste.
4
La superposición de estas dos capas genera una tercera capa que corresponde a la ocupación en volumen de los espacios que requiere el programa.
5
Las zonas verdes se organizan según estas dos capas.
Longitudinalmente y con el objetivo de filtrar el ruido del vial rodado, se van estableciendo niveles y capas de vegetación.
En cambio, transversalmente, se enmarcan las vistas al río, y se dota de perspectiva los corredores que nos acercan a él.
Otra capa verde sin dirección alguna acompaña estas zonas verdes transversales, dotándose de láminas de agua en algunos de los trazados.
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Evidentemente se conservan preexistencias, rastros, circuitos, recorridos, que pertenecen al lugar y que no queremos que desaparezcan.
De ahí que estas nuevas capas que proponemos se coloquen con cuidado exquisito sobre el territorio.
Parecería que recorren el ámbito de puntillas, tratando de no pisar aquello que sigue siendo válido y que reconoce el lugar.
Acercándose al borde del río, reconociendo su perfil natural, y construyendo con naturalidad una nueva realidad.
Se trata en definitiva de que el lugar que conocemos siga ahí pero que su lectura se acomode a una nueva dimensión, a la del nuevo gran parque fluvial que proponemos.
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