16.7.2018
Islas, desierto, montaña. Arquitectura grado cero
La fascinación que provocan los lugares lejanos, en el límite de la existencia humana, lugares donde quizás sea mejor pasar que quedarse, o en donde permanecer siempre vaya junto con una vaga sensación de amenaza (condición, desde el romanticismo, en la base de la experiencia estética).
La isla como lugar cerrado, finito, con el endemismo como posibilidad. La isla como lugar del omnipresente límite horizontal.
El desierto, al contrario, se presenta sin límites: indefinido e infinito. Solo podrá ser poblado desde el movimiento, el nomadismo es condición necesaria de la supervivencia.
La montaña como experiencia de límite vertical; como intento de volar, el síndrome de Ícaro con su posible final.
En estos casos el refugio alcanza su expresión primigenia.
La arquitectura –esta prótesis necesaria a veces para la supervivencia– se presenta en su condición inicial. Como grado cero.
Leé la nota completa en > VEREDES