Hotel Otavalo

Al conocer la propiedad, inmediatamente nos dimos cuenta del inmenso valor arquitectónico que tenía. Una casa de más de 100 años de antigüedad, de cuatro patios, adosada a sus dos costados, con dos frentes, uno hacia la calle Roca, otro hacia una antigua quebrada, por donde pasaba el río Machángara que fue embovedado. Hacia la fachada posterior, el municipio de Otavalo realizó una intervención interesante, convirtiendo a la antigua quebrada en un callejón peatonal denominado: “Pasaje Corazón de Manzana” .

Cuando conocimos este callejón pudimos visualizar que la fachada posterior de la casa, la que suelen dejar sin enlucir, estaba construida en piedra y ladrillo. En base a esto decidimos realizar tres cosas importantes:

1. Dejar visto el sistema constructivo de piedra y ladrillo para que el usuario logre visualizar el arte de los arcos de ladrillo que componen los grandes vacíos de la casa.

2. Generar un nuevo acceso desde el callejón peatonal reubicando el restaurante en el subsuelo, logrando así que el restaurante sirva tanto para huéspedes como para transeúntes. El subsuelo fue el cimiento de la casa, conformada por unos muros anchos de piedra. Decidimos abrir arcos para relacionar los espacios entre sí y poder crear un restaurante funcional.

3. Por medio de la relación entre el Hotel y el callejón se puede aportar positivamente para el buen uso del callejón peatonal, contribuyendo a que sea un lugar seguro con un uso positivo para la comunidad.

Al ser una casa patrimonial, nuestro objetivo fue que el usuario diferencie con facilidad la construcción nueva de la original. Por esta razón, toda la estructura metálica que usamos para reestructurar la casa, se encuentra vista para que se noten las zonas que intervenimos, así como los elementos de pérgolas, domo, ascensor, nueva escalera.