Hill House, uno de los edificios más aclamados de Escocia

Construido en 1902 para el editor Walter Blackie y su joven familia, está situado en Helensburgh, a 30 km al oeste de Glasgow, y ofrece vistas panorámicas al sur del estuario del río Clyde.

La obra maestra doméstica de Mackintosh se asienta como una casa torre escocesa del siglo XX, con sus paredes toscas, la pintoresca línea del techo de pizarra, la disposición asimétrica de las ventanas y la falta de adornos históricos. La casa proponía un diseño radical y una progresión espacial tridimensional, y aunque la arquitectura estaba incrustada en la tradición de los señoríos escoceses, Mackintosh también estaba claramente influenciada por los avances tecnológicos contemporáneos del Modernismo que ocurrían en otras partes de Europa. Esta hibridación inusual de tradición e invención en la construcción del edificio ha llevado a algunos problemas fundamentales a largo plazo de daños prolongados por agua que requieren un importante proyecto de conservación para ayudar a que la casa sobreviva.

En lugar de encarcelar la casa fuera de la vista mientras se lleva a cabo la restauración, se ha adoptado un enfoque más radical para la conservación activa. Como parte integral de este proceso de conservación, que se estima tomará hasta 15 años, el proyecto coloca un museo temporal de ‘caja grande’ en el sitio para contener y proteger Hill House como un ‘artefacto’, mientras que también mantener el acceso a la casa para los visitantes.

La identidad arquitectónica del nuevo museo es un pabellón de jardín abstracto cuyas paredes están completamente cubiertas con una malla de acero inoxidable. Este recinto semipermanente proporciona un refugio básico de «cuarto de secado» a la casa original mientras su construcción existente empapada por la lluvia se repara lentamente. Este delicado recinto también permite vistas ininterrumpidas, de día y de noche, hacia y desde el paisaje hasta el ícono arquitectónico de Mackintosh. El marco de acero con refuerzos cruzados está diseñado para conectarse a tierra con un impacto mínimo en el paisaje de terrazas-jardín existente.

Dentro de este territorio de trabajo de construcción protegido y seguro, el «museo» ofrece una experiencia extraordinaria para los visitantes de la conservación en curso, lograda por una pasarela elevada que da vueltas alrededor y sobre Hill House a alto nivel. El recinto del museo también contiene instalaciones para visitantes en un edificio independiente de madera.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/hill-house.html