3.7.2019

Cobertizo para guardado de botes

El club náutico Vrijbuiter es, como muchos de los clubes deportivos en Holanda, una asociación sin fines de lucro, por lo que deben financiar el mantenimiento y mejoras en el club con el aporte mensual de sus socios y excepcionalmente donaciones privadas.

El pequeño cobertizo para botes, que reemplazaría a uno existente, debía por lo tanto ser extremadamente económico, y además de muy sencilla construcción ya que los mismos socios del club serían los encargados de construirlo de manera voluntaria para poder ahorrar todos los costos posibles.

Nuestra relación con el club no es nueva ya que hace unos diez años atrás éste nos contrató para diseñar el nuevo edificio social de la asociación. La experiencia fue exitosa y por ello nos convocaron nuevamente para proyectar este nuevo edificio que se encuentra en el mismo predio a pocos metros de distancia del edificio principal.

El programa era muy sencillo. La idea es reemplazar el cobertizo existente por uno más grande con espacio para guardar en invierno 12 botes, seis abajo y seis colgados y equipamiento que se utilizan solo para las competencias.  El nuevo edificio debía localizarse en el mismo sitio en donde se encontraba el existente.

Decidimos crear un volumen lo suficientemente abstracto como para que destacara en el entorno caótico de embarcaciones, coches aparcados, y tinglados construidos en distintos momentos y sin ningún criterio estético. Tomando de referencia nuestro propio diseño anterior del edificio social volvimos a utilizar la madera negra, haciendo referencia a las viejas construcciones de este tipo que hay en la zona, pero esta vez en combinación con madera natural impregnada.  El detalle y la combinación de colores y de la dirección de las tablas, recuerdan también a las construcciones de la llamada Escuela de Amsterdam, un estilo que se desarrolló en las primeras décadas del siglo XX en Holanda.

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La estructura del edificio decidimos hacerla en acero, ya que uno de los socios había sido herrero y sabía como construir las piezas necesarias, para después poder montar la estructura en pocos pasos y de forma sencilla.  El resto de la construcción la proyectamos en madera de pino impregnada, una madera liviana, muy económica, fácil de trabajar, y con una durabilidad mínima de 10 años por lo que nos asegurábamos así que el edificio podía ser construido.

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