Casa del Pescador en Cadaqués

Casa de Pescadores en Cadaqués: Un Proyecto de Rehabilitación

Ubicada en una plaza peatonal en un entorno privilegiado, la casa se encontraba en avanzado estado de ruina, lo que requería una intervención profunda y meticulosa. El reto no solo consistía en restaurar su estructura, sino también, tal como lo solicitó el propietario, en preservar la atmósfera única que la definía, actualizándola sin perder su esencia.

Historia y Carácter Arquitectónico

Con más de un siglo de historia, esta casa ha sido testigo de la evolución del pueblo. Originalmente hogar de un pescador local, posiblemente vinculado a la histórica Cofradía de Pescadores de Cadaqués, posteriormente sirvió como casa de huéspedes e incluso albergó un puesto de la Guardia Civil en la planta superior. Su estructura original, construida con muros de carga de piedra de 50 cm de espesor, conserva elementos tradicionales de la arquitectura local, como los techos de vigas de madera en las plantas superiores y la bóveda catalana en la planta baja. A pesar de su sólida construcción, el paso del tiempo había pasado factura, y la rehabilitación requirió un delicado equilibrio entre conservación y renovación. El proyecto implicó tanto el refuerzo estructural como una reconfiguración completa de la distribución interior, transformando una distribución fragmentada en una vivienda funcional y luminosa, plenamente conectada con su entorno natural y cultural.

Una nueva distribución pensada para la luz y el aire

La casa se distribuye en cuatro niveles. La planta baja, con su característico techo abovedado, se concibe como un espacio flexible: puede servir como zona de juegos infantiles o como almacén para equipos náuticos. Un pequeño patio, añadido durante la reforma, permite la entrada de luz natural y ventilación a una estancia excavada en la roca original, aportando valor espacial y material.

La primera planta alberga las zonas sociales: cocina, comedor y sala de estar. La reforma incluyó la creación de nuevas aberturas en los muros de carga, estableciendo conexiones visuales entre estancias y permitiendo la libre circulación de la luz natural. Una gran abertura al patio crea una fuerte continuidad entre el interior y el exterior, generando un ambiente abierto, fresco y vibrante.

La segunda planta alberga las habitaciones y los baños: espacios privados diseñados para la tranquilidad, la comodidad y la intimidad. La tercera planta se abre a la luz mediterránea con una terraza soleada y vistas al mar, coronando la casa con un lugar privilegiado para el descanso y la contemplación.

Materialidad: Entre lo vernáculo y lo contemporáneo

Uno de los principales objetivos del proyecto fue combinar materiales tradicionales con una estética contemporánea. Se recuperaron las baldosas cerámicas originales, evocando la memoria del lugar, mientras que las paredes blancas enlucidas con cal realzan el ambiente mediterráneo y permiten que el edificio respire, una cualidad clave en el clima húmedo de la costa ampurdanesa.

Se utilizó madera de iroko —durable, cálida y expresiva— para la carpintería y el mobiliario a medida, ofreciendo un rico contraste material con el blanco dominante. Esta interacción aporta carácter, calidez y profundidad al interior.

Fachada y memoria urbana

A pesar de la completa transformación interior, la fachada se ha conservado con el máximo respeto, manteniendo su configuración original y restaurando cuidadosamente la carpintería existente. Este enfoque no solo preserva la memoria arquitectónica de la casa, sino que también contribuye a la coherencia estética del tejido urbano de Cadaqués.

Inspirado en la arquitectura local de mediados del siglo XX, el proyecto mantiene un diálogo respetuoso con su entorno. Demuestra que la tradición y la modernidad no son conceptos opuestos, sino que pueden coexistir en armonía cuando se abordan con sensibilidad, conocimiento local y atención al detalle.

Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/fishermans-house-in-cadaques.html