22.8.2016
Casa de campo «El hábitat blanco»
Una mix de líneas rectas contemporáneas y un toque de líneas oblicuas clásicas aportan al entorno un diseño post-renacentista.
Para este proyecto RENESA se inspiró en imágenes arquitectónicas, pero también en imágenes de los campos de la fotografía y el arte. En particular, se refieren a la fotografía europea del siglo XVIII, la cual es apreciada por los autores no sólo por su estética elegante y vintage, sino también por su interpretación desencantada del paisaje como un artefacto complejo.
“El hábitat blanco” investiga los límites y restricciones, donde envés de diseñar planos se trató de diseñar espacios a través de fotografías, describiendo un evento imaginario que cobra sentido a través de las personas que lo habitan.
El mix y el juego de elementos arquitectónicos rompe la visión estereotipada del arquitecto-no artista de estos días. Por lo tanto, las pequeñas intervenciones de diferentes filosofías de diseño son sutiles y restringen el movimiento del sitio en lo que hace a la visión del arquitecto. Las conexiones físicas y mentales hacia la masa construida se convierten en el punto focal y la experiencia de lo individual está guiada por estos parámetros.
RENESA eligió asumir una monotonía en el color para este proyecto, donde el blanco interactuaría con el verde de la vegetación y las flores.
La casa está construida en 12.000 m2 con una relación construido-no construido establecida por el hermoso paisaje circundante. Es esta la razón por la que el color blanco en este proyecto busca resolver y conceptualizar la desaparición de la arquitectura a través de su consistencia material.
Visitá el texto original en inglés > http://bit.ly/2bIqTUE