11.2.2021
Casa Agrela
Una casa para libros. Este desafío comenzó con una premisa del cliente: espacio para muchos libros.
Inmediatamente, nuestro imaginario nos guió a las numerosas bibliotecas clásicas del renacimiento, con escaleras corredizas que llegan hasta la montaña los libros. Ese fue el lema de la intervención: un espacio alto capaz de generar composición y jerarquizar los espacios interiores.
La idea fue creciendo y la experiencia volumétrica llevó a la diferenciación funcional de los espacios interiores, encajonando un techo como una masa inquieta con diferentes alturas. La cubierta también figura en una quinta fachada e influye en la idealización de las otras.
De repente, habíamos creado un techo de cubierta denso, pesado y monolítico que necesitaba ser subvertido, dando una idea de masa levitando ligeramente sobre madera clara y vidrio. El techo parece aplastar a los usuarios, recordándoles su propia escala como humanos y la importancia ancestral del refugio.
El tiempo, componente arquitectónico importante, es también un agente esencial de la composición. Los elementos construidos, especialmente en hormigón, buscan registrar el paso del tiempo a través de su textura de encofrado. Este encofrado, similar a las variaciones de cubierta, asume subidas y bajadas, salientes y rebajes, lo que le permite mantener el tiempo con la representación de las sombras durante las distintas horas del día, dando también un aspecto dramático a las fachadas.
A medida que pase el tiempo, el hormigón texturizado envejecerá naturalmente y estará más integrado en el entorno rural. Lo mismo ocurrirá con la base de madera, que a medida que envejece más magnánima se vuelve, enriqueciendo la casa.
Leé la nota original en inglés > https://arqa.com/en/architecture/agrela-house.html