A frame M&K

Esas cabinas vienen a complementar un proyecto ya en funcionamiento. Se desarrolló un modelo basado en los requisitos de funcionamiento óptimo para el hotel acoplándose de manera ideal con el sitio. La volumetría se diseñó de tal forma de generar una distribución cómoda a pesar de la fuerte pendiente del techo que limita los movimientos a nivel interno. Al tener un espacio tan inusual se pensó de una vez la relación espacial con el mobiliario final para una mejor adecuación y un uso funcional de cada metro cuadrado. La lógica de materiales da seguimiento a la línea existente del hotel.

Los colores verdes y blancos escogidos complementan la gama de las otras habitaciones y se funde con la naturaleza. Se pensó utilizar el blanco para dar frescura visual y notas de verde a nivel interno para balancear y delimitar los diferentes espacios. Toda la fachada principal queda deliberadamente abierta para ofrecer una perspectiva completa hacia el jardín muy elaborado que rodea las cabinas.

El A FRAME se desarrolló como un proyecto prefabricado, pre-armando la estructura en taller para ganar tiempo en la instalación de la estructura. El trabajo de los acabados sin embargo requirió de un trabajo en sitio para tener un sistema personalizado y más duradero. La estructura se separa del piso para facilitar su adecuación al terreno y dejar fluir el aire debajo de la estructura. La inclinación del techo, el color satinado y los aislantes limitan la radiación solar. Sin embargo por las altas temperaturas y los requisitos de la clientela, se instaló un sistema de aire acondicionado para llegar a las temperaturas de confort.

Las cabinas en Costa Rica representan una tendencia en auge donde se busca tener formas geométricas llamativas para atraer clientes en búsqueda de nuevas experiencias espaciales en medio de la naturaleza.