Autor: Carme Pinós Desplat

Arquitecta, nacida en Barcelona, compartió su vida con hombres de gran personalidad, como su padre, el médico Tomás Pinós, y el célebre arquitecto Enric Miralles (1955-2000), su marido y socio por más de una década. Logró llegar a la cumbre de la profesión liderando su propio estudio en Barcelona, donde trabaja junto a un equipo de 13 colaboradores desde hace más 20 años. Afirma que su vida y su profesión son la misma cosa, y que su estudio es su familia. Tiene obras en España y diferentes partes del mundo pero a pesar de su éxito, tiene una visión crítica de la actualidad profesional a la que considera dominada por el mercado y por un exceso de control que restringe la creatividad.

Carme Pinós nació en Barcelona. Su infancia fue determinante en sus elecciones en su vida adulta: su padre, Tomás Pinós, médico y quien era director de patología digestiva en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, la tuvo a los sesenta años y además de ser para ella una figura contenedora y amorosa, de alguna manera, marcó su destino profesional. El doctor Pinós quería que el hermano mayor de la familia fuera arquitecto, pero el joven decidió ser médico. Carme supo que le tocaría a ella seguir ese mandato. Y así lo hizo.

Mientras estudiaba Arquitectura en Barcelona, Pinós ayudó a su madre a dirigir la finca agrícola que tenían en Balaguer (Lleida). Esta experiencia ha influido en su concepción paisajística a la hora de proyectar edificios que se adecuen al carácter particular de cada del lugar.

El Cementerio de Igualada (1991), es uno de estos edificios, obra que la consagró junto a Enric Miralles, entonces su pareja y socio. Juntos lograron conceptualizar las ideas poéticas de un cementerio para los visitantes, para empezar a entender y aceptar el ciclo de la vida como un vínculo entre el pasado, el presente y el futuro. Incrustado en las montañas de Cataluña, el edificio es un movimiento de tierra que se funde con el paisaje como si fuera un aspecto natural de la montaña. Casi profético, este fue el cierre de un ciclo para Pinós y el inicio de otro. Miralles decidió terminar con el matrimonio y el estudio en 1991. La presentación de su oficina Estudio Carme Pinós dice:

“Tras alcanzar reconocimiento internacional junto con Enric Miralles con proyectos como el Cementerio de Igualada, (Carme Pinós) funda su propio estudio en 1991 tomando bajo su cargo proyectos iniciados en su etapa anterior como la Escuela-Hogar en Morella (1994).”

Notas

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