2.11.2015

La ampliación de la subestación Perrache-Confluencia, en Lyon

Este programa, en el corazón del barrio Confluencia en Lyon, tenía como objetivo renovar y ampliar una subestación eléctrica, lo que llevó a los arquitectos a imaginar formas para lograr que el objeto desaparezca.

El proyecto asumió el reto de producir algo que desapareciera de la memoria hasta desvanecerse con el tiempo.

Un acto final de desaparición
Es raro que los arquitectos evoquen la idea de desaparecer en el diseño de sus proyectos. La esencia misma de la arquitectura es exactamente lo contrario. Está ahí para ser vista, para mostrarse, para causar impresión. Aunque a veces, un proyecto plantea la necesidad de adoptar una estrategia donde las cosas estén enterradas o escondidas.

Construido en 1991 en el vacío fuera de la ciudad, el edificio original era un enorme buque industrial, varado en tierra de nadie. Veinte años más tarde, el lugar es el corazón de un barrio revitalizado de uso mixto, desarrollado con arquitectura contemporánea y altos estándares ambientales.

Con esto en mente, los diseñadores decidieron integrar y ampliar el edificio original sin absorberlo, con el fin de menoscabar su papel puramente técnico. Para ello han creado un oasis poético, dominado por la naturaleza. Un jardín vertical de bambú rodeado de muros de gaviones que crean un nuevo estatus entre lo mineral y el espacio urbano vegetal.

Desarrollo en tres fases
• La renovación y ampliación de la subestación en un espíritu de continuidad.
El transformador ahora ocupa el centro del bloque rodeado de viviendas y espacios de oficinas. Los cuatro programas ocupan el perímetro del bloque y los jardines interiores correr junto a las instalaciones. El programa incluye la renovación del edificio existente de unos 1.300 m2 de extensión que duplica la superficie inicial, y el desarrollo arquitectónico y paisajístico de toda la estructura.

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El edificio original son dos recintos que albergan los transformadores, compuesto de volúmenes simples, cubiertos con bandas de solado de baldosas color marrón y paneles de hormigón de color arena, montados con tres bóvedas cilíndricas que le dan una muy silueta distintiva. Aunque con su altura de 9 metros es mucho más bajo que los edificios vecinos, sigue siendo una estructura muy sólida.

La ampliación incluye una nueva subestación de distribución, conocida como una subestación de gas o GIS a una altura inferior. Con el fin de unificar este conjunto dispar de unidades, los arquitectos optaron por un enfoque simple que garantiza la coherencia entre las partes nuevas y antiguas, sin abrumar al edificio original.

El color negro se utiliza para armonizar toda la estructura utilizando un recubrimiento superficial sobre la parte antigua y el acero de revestimiento en la parte nueva, formando un telón de fondo general. Desde el punto de vista urbano, el edificio se extiende entre Cours Bayard y rue Casimir Perrier, encajando de forma natural en el diseño ortogonal existente.

• Una piel metálica secundaria compuesta de gaviones le otorga al conjunto coherencia urbana.
Una segunda piel, compuesta por una malla metálica, da cuerpo y unidad, así como coherencia y una mayor visibilidad a la construcción en la vecindad. Jaulas de gaviones de acero galvanizado dejan vacíos y llenos de piedra caliza azul o plantas. Llegando hasta los 9 metros de altura, la piel se fija a las paredes de concreto o a una estructura independiente cuando se encuentra a una cierta distancia de las fachadas.

• Un bosque de bambú entre las dos pieles.
La plantación extensiva que forma el bosque de bambú realza el edificio “mineral” y le otorga una chispa de vida al espacio que encierra. La elección de las plantas rústicas disminuye la necesidad de mantenimiento y riego. El techo verde, arbolado y con sedum, completa esta envolvente vegetal y crea un bloque de vegetación visible desde los edificios vecinos.

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Un toque de magia
La subestación es un espacio cerrado al que no se puede entrar y que tiene muy pocos visitantes. Tiene un cierto aire de misterio, pero a pesar de ello los arquitectos intentaron superar la austeridad de un edificio exclusivamente técnico creando un elemento clave para otorgarle magia del espacio. Así aparece a través de las rejillas de metal, el bosque de bambú, con evocaciones exóticas que transmiten una poderosa fuerza poética.

La colocación de piedra seca y fina proporciona una base sólida y le da una sensación de fuerza a toda la estructura. El equilibrio y la complementariedad entre las piedras, el metal y las plantas juegan con los contrastes entre lo ligero y lo pesado, el vacío y el lleno, lo duro y lo blando. Por la noche la iluminación cambia nuestra percepción del edificio, mientras que el registro sigue siendo poético.

Cumplir con los requisitos técnicos esenciales y con los ambiciosos estándares ambientales
El programa tuvo que hacer frente a una serie de restricciones técnicas, cumplir con las normas y administrar un sitio de trabajo complejo situado entre cuatro edificios en construcción. Al mismo tiempo, el proyecto tuvo que cumplir también con los ambiciosos objetivos ambientales establecidos por SPL Confluencia. Los edificios se utilizan sobre todo para almacenar grandes equipos que plantean limitaciones en cuanto a dimensiones, accesibilidad técnica, pasillos de acceso de seguridad y pasarelas.

El recinto del transformador FEDER se coloca en línea con el edificio existente, mientras que el SIG RTE se encuentra en el límite sur de la parcela, en Cours Bayard.

Los arquitectos han adoptado principios simples para manejar estas limitaciones. Desde el punto de vista técnico, los dos temas clave fueron el tratamiento acústico para limitar el ruido y las vibraciones, utilizando las últimas técnicas de desacoplamiento de las bases del nuevo transformador sin cojinetes deslizantes.

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Los sistemas utilizados para limitar el consumo de energía se eligieron sobre la base del costo total. Las soluciones utilizadas incluyen aislamiento de la pared externa, una fachada compuesta de materiales que requieren un mantenimiento limitado, marcos de aluminio con triple acristalamiento, techos verdes, recogida de aguas pluviales, ventilación para la recuperación de energía, etc.

La doble carcasa creada por los gaviones y el bosque de bambú también juega un papel medioambiental: protección solar y refrigeración.

Visitá el texto original en inglés > http://bit.ly/1Mt1kjz

 

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