12.4.2012

Plan urbano Almere Oosterwold: las habitantes crean sus propios barrios

Los Países Bajos son tradicionalmente un país en el que la planificación urbana ha llegado a un punto en el que se podría afirmar que es demasiado perfecta y por lo tanto, predecible. La nueva ciudad de Almere -construida íntegramente en terrenos ganados al mar- es uno de esos lugares excesivamente perfecto que hace años ha decidido permitir la construcción de viviendas diseñadas de forma individual en una serie de barrios. El experimento fue un gran éxito. Ahora la ciudad de Almere y MVRDV dan el siguiente paso. La planificación urbana en sí será un proceso abierto en el que las iniciativas individuales puedan prosperar. Las extensas tierras al este de la nueva y pujante ciudad ofrecen un espacio para las iniciativas individuales y colectivas en la verde zona rural que la rodea. Almere Oosterwold espera que  en el tiempo se desarrolle un paisaje diferenciado en el que la naturaleza y la vida se combinen con el trabajo y el ocio en una escala de baja densidad - como un acto de equilibrio respecto al sector oeste más urbano de la ciudad. El 50% del sitio será designado a la agricultura y a la producción de alimentos especializados para la ciudad, un perfil sostenible que mantenga el carácter agrícola de la zona. La estrategia permite que se concreten los sueños individuales bajo la siguiente condición: se pueda desarrollar una trama, pero también se deben considerar todos los demás componentes necesarios, como ser un tramo de carretera, la energía, el saneamiento, el recogida de la basura, la agricultura pública ecológica y urbana. Esto se puede hacer en forma individual o compartida con un colectivo. Para mantener el carácter rural de la programación general se mantienen los siguientes porcentajes: 18% de construcción, 8% de caminos, 13% de verde público, 2% de agua y 59% de agricultura urbana. Esto deja espacio para un campo de golf, plantaciones, villas, aldeas autárquicas de los grupos colectivos, etc. MVRDV desarrolló la estrategia con una visión estructural de Almere 2030 en el que la ciudad crecerá hasta tener 100.000 habitantes y 60.000 lugares de trabajo. Oosterwold permite de esta manera un desarrollo de uso mixto donde el gobierno asume un nuevo papel: de ser director pasa a ser un facilitador. El Concejal Adri Duivesteijn lo explica: "Con este desarrollo ponemos de manifiesto que la ciudad es una creación y que la misma gente puede hacer la ciudad”. El resultado está abierto y esto en sí mismo es un nuevo y radical método para la planificación urbana holandesa. El gobierno da un paso atrás y se les ofrece a los ciudadanos más libertad, pero asumiendo éstos a su vez un mayor compromiso que implica al mismo tiempo más responsabilidad.

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