18.2.2010

Proyecto para la residencia del embajador de España, en Canberra

El edificio propuesto para la nueva Residencia del Embajador de España en Canberra aparece en el solar como una construcción ligera que atiende respetuosamente el entorno natural en el que se construye.

Justificación de la propuesta
Se trata de una edificación de una altura máxima de 10,5 m sobre la rasante, bajo una cubierta única metálica (zinc), que va siguiendo la pendiente del terreno. Bajo esta cubierta, se recogen los distintos espacios que conforman el programa. Así, aunque el programa se desarrolla en dos plantas, se optimiza el desnivel existente para generar el aparcamiento enterrado y protegido, así como ciertas zonas de servicio bajo rasante, mientras que las zonas de residencia más privadas del edificio se producen en planta primera.

Implantación y accesos
Partiendo de las cotas superiores del terreno, protegiéndose de las vistas al Norte (embajada de Iran), la cubierta del edificio se extiende hacia la calle Arkana, acercándose físicamente a la actual Cancillería.
Así, al Sur, sobre la calle Arkana se produce el acceso público y representativo: el vial de acceso público permite depositar a los invitados visitantes bajo un amplio porche desde el cual se pasa a las zonas de recibo, así como al amplio jardín.
El acceso privado familiar del Embajador, así como el acceso de mercancías y parking, se produce sobre la calle Empire; se aprovecha el desnivel existente para «enterrar» el aparcamiento y ciertas zonas de servicio.

Representatividad y compromiso de sostenibilidad
El edificio propuesto para la Residencia del Embajador de España juega con su implantación en el solar para hacer una doble apuesta por la representatividad de su propia función y país, así como por un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad.
La edificación se dispone en un largo desarrollo en planta que permite percibir las dimensiones importantes de la construcción, tanto desde las calles como desde la vecina Cancillería: se trata de una edificación que se despliega y desarrolla con amplitud una fachada sobre el jardín de cerca de 40 m lineales, y una fachada hacia la cancillería de otros 50 m lineales.
A cambio procura evitar el impacto de su implantación: En efecto, esta edificación atiende el medio ambiente, desde la atención por el empleo de materiales durables y sostenibles: los cerramientos de madera propias del lugar, la cubierta metálica (también muy empleada en Australia) que permite unas ventilaciones naturales, las comunicaciones directas hacia el exterior que favorecen el aprovechamiento de las condiciones naturales, y la disposición del edificio que procurará reconocer los ejemplares de árboles existentes en el lugar, así como especies autóctonas para el nuevo jardín.

También te puede interesar
Casa Serena

Programa y racionalidad
Puesto que el programa distingue claramente tres funciones:
la residencia del Embajador, con un desarrollo familiar y privado,
las zonas públicas, de recepción
y las zonas de servicio, que deberán atender a las dos anteriores.
La propuesta procura articular en las zonas de recibo los tres brazos de edificación, de manera a optimizar los recursos disponibles.

Zona pública
Así pues, a proximidad de la actual Cancillería, se dispone el ala más pública de la residencia.
Se llega en coche mediante un porche y zona de recibo, hasta el vestíbulo. Desde allí se puede acceder directamente a los salones o bien al comedor, o en un nivel superior al despacho del embajador y dormitorio de invitados.
Los salones, así como el comedor, se sitúan en una zona de amplias dimensiones y techos altos. Son espacios flexibles y versátiles en sus funciones, abiertos al jardín al cual se accede cruzando un amplio porche. Interiormente pueden subdividirse en espacios de dimensiones menores, lo cual permitiría, si fuera necesario, celebrar una pequeña convención.
Cercanos al vestíbulo se sitúan los aseos y zona de guardarropía.

Zona privada y servicios
El acceso a la zona privada, así como para la zona de servicios, se sitúan en la calle Empire, de manera a aprovechar el desnivel del terreno y evitar las vistas desde la parcela contigua sobre nuestras instalaciones.
En el primer nivel (semisótano) se dispone la zona de cocina y instalaciones correspondientes (almacén, plancha y lavado, bodega). Este nivel es contiguo al comedor principal de la Residencia.
Desde la zona de aparcamiento, y también desde la entrada principal se puede acceder al nivel superior del edificio, en donde se encuentran las dependencias más privadas: dormitorios, dormitorio del embajador, salón y comedor de la familia, éste último conectado verticalmente mediante un office a la cocina principal en la planta inferior.
También desde los salones más privados se accede directamente al despacho del Embajador, en el límite entre lo público y lo privado.
Las dependencias del personal se ubican detrás de la edificación principal: no se configuran como un edificio anexo, pero como un brazo del principal, que apoya asimismo el despliegue de la fachada sobre el lugar, hacia la actual Cancillería.

También te puede interesar
Casa en la Sierra de Arteaga

Jardín
La disposición del edificio abraza el jardín desde el norte y así procura su máximo aprovechamiento. La colocación de una piscina abriéndose desde el edificio (en concreto desde las dependencias del Embajador) y la cancha de tenis en el límite de parcela, pretenden atender de manera estratégica a los usos que luego se producirán en dicho jardín (recepciones, fiestas, o zonas de juego privada para la familia del embajador).

Para poder subir obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder solicitar la creación de un grupo es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder guardar en favoritos es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder valorar obras es necesario acceder con una cuenta ARQA

Para poder agregar a este usuario a tu red de contactos es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Para poder enviarle un mensaje a este usuario es necesario que acceder con una cuenta ARQA

Ir a la barra de herramientas