15.4.2015
Nueva escuela de educación técnica de nivel secundario de la UBA
Proyecto ganador del concurso para la escuela de tecnología en informática y comunicación de la UBA, en el predio del viejo Palacio Otamendi en la ciudad de San Fernando.
){kind=link}
En un terreno en donde los elementos existentes valorables son los árboles centenarios de gran porte y un palacio histórico, se proyectó un nuevo edificio que se vincula y respeta a estos elementos, consiguiendo la unidad de todo el conjunto.
El proyecto propone una planta baja libre y pública, en donde el espacio fluye por debajo del edificio, entra al palacio y se desarrolla por todo el terreno, creando lugares ideales para la congregación de las personas. Se potencia el verde existente, tan fuerte del lugar, y el proyectado, mediante un edificio ecológico, en donde la naturaleza es la fuente de inspiración y conocimiento para los alumnos.
En el nuevo edificio la vegetación sube, trepa, invade y rodea todo, se acerca a los usuarios, conforma lugares flexibles con diferentes espacialidades, proporciones, dimensiones y composiciones tanto interiores como exteriores, propicios para el aprendizaje y esparcimiento, con aulas, talleres y laboratorios de gran flexibilidad.
La mejor manera de preservar el Palacio Otamendi es reutilizándolo, mediante la puesta en valor del mismo, se ubican la funciones administrativas y de conducción en sus piso superiores y las funciones publicas, culturales, comerciales y paisajistas como lugares públicos en su planta baja.
Se genera un diálogo entre el Palacio y el nuevo edificio por medio de un contraste de formas, materialidad y simbolismos. Vinculados funcionalmente entre sí a partir de una fluidez circulatoria a través de la abertura de la planta pública y la conexión en altura mediante un puente metálico para obtener de esta manera la fluidez circulatoria y funcional necesaria para que todo el conjunto sea una unidad.
Se consigue así un edificio amigable, ecológico e inclusivo, que cumple con las leyes de accesibilidad, que recibe a toda la comunidad con espacios recreativos y culturales, previendo la inclusión de sus edificios vecinos de valor histórico y patrimonial, creando un ambiente que fortalece la relación de la comunidad en su conjunto.