Deiva Marina Waterfront

No hemos querido diseñar un simple paseo marítimo. Nuestro deseo era definir un verdadero organismo arquitectónico, único pero al mismo tiempo diversificado, que podría representar un nuevo elemento de identidad para Deiva resolviendo al mismo tiempo los problemas típicos de un espacio funcional y a su vez de calidad.
Asumir la línea del mar como elemento de enlace entre la ciudad y la playa ha significado, en el caso de Deiva, la transformación y continuidad del antiguo talud del ferrocarril. El primer resultado de esta actitud ha sido la recuperación de la línea de costa y una rotación de 180 grados del eje de la ciudad, que actualmente le da la espalda al mar.
Diseñamos esta línea de costa con la referencia de una cubierta de crucero. Por esa razón, no planteamos nuevos volúmenes que puedan interferir con el contexto: cada nueva función se ha incorporado en el diseño del suelo, capaz de desarrollarse en diversos niveles, tocando y conectando todos los puntos significativos del edificio.
El concepto más importante de la intervención es la idea de poder habitar el suelo: no hay solución de continuidad entre el suelo peatonal y el suelo habitable, los espacios cerrados en sombra y los espacios permeables; todo el sistema está pensado para ser cruzado en dirección longitudinal así como en dirección transversal, negando el efecto barrera del talud.
Cada función mantiene su propia autonomía y garantiza el desarrollo simultáneo de diversas actividades. Los volúmenes admiten varias aplicaciones, modificando las características del sistema sin afectar la funcionalidad de la estructura de los recorridos. El paseo propone no solamente los usos típicos del verano, sino que también puede recibir ferias, mercados y exposiciones, con la posibilidad de integrar otras áreas de la ciudad donde actualmente se realiza el mercado semanal. Todo ello sin construir espacios especializados que, en ese caso, serían inutilizados durante largos períodos del año.
Este proyecto ha nacido para responder a una demanda de espacio público de alta calidad, sin un mobiliario urbano que conteste simplemente y de una manera mecánica y rígida a lo que la vida urbana necesita. Acciones tales como caminar, sentarse y descansar bajo la sombra se deben resolver usando soluciones espaciales complejas, donde la riqueza presente en estos sencillos gestos se pueda expresar de la manera más natural posible.
Al mismo tiempo, la atención a la ergonomía de los elementos tecnológicos y a la calidad de su diseño se convierten en valores importantes de un gesto arquitectónico.