Concurso Sede Cabecera del CAPBA D IV, mención

Memoria descriptiva
El conurbano bonaerense crece demográficamente a pasos agigantados desde hace décadas. La población aumenta significativamente en los centros urbanos consolidando todo espacio vacante. Las ciudades sufren grandes transformaciones que peligran y ponen en crisis a la calidad de vida de la gente. La falta de planificación en el crecimiento, la destrucción de las identidades y las culturas locales por parte del sistema imperante, la falta de espacios públicos, escasez de espacios verdes, entre otras cuestiones, destinan a los habitantes a una vida cada vez más lejos del ideal.

Este proyecto se sitúa en una localidad dentro de este territorio, y la propuesta debe dar una respuesta al respecto y al mismo tiempo, consideramos que con más razón aún, construir un colegio de arquitectos es dar una opinión acerca de la arquitectura y su función en la sociedad. Debe ser edificio-ejemplo para la comunidad y sentar precedentes a futuras intervenciones urbano-arquitectónicas. Por otro lado, encontrando puntos de enlace con el Plan Estratégico de San Martín, la propuesta se identifica y pretende colaborar con las premisas de realzar la identidad del lugar, mediante la participación, la expresión y el sentimiento de solidaridad.

Propuesta urbano-cultural
El partido de San Martín cuenta con una historia muy rica desde su fundación hasta la actualidad, logrando ser identificado como la ciudad de la tradición y la industria. Así mismo, se reconoce un gran desarrollo y crecimiento en el ámbito artístico.

Enlazando todos estos aspectos, se busca generar un circuito cultural que vaya integrando, revitalizando y conectando puntos significativos de la ciudad que hacen a la identidad e historia de la zona mediante un sistema que los recorre, conformando una red de situaciones urbanas comprometidas con el bienestar social y la participación ciudadana.

Dentro de esa red, existen edificios y espacios distintivos en la actualidad. Este sistema otorga flexibilidad al conjunto, lo que permite el completamiento, y la posibilidad seguir expandiéndose a modo de descentralizar y de conquistar nuevos barrios con este espíritu esperanzador. La sede del Colegio de arquitectos será parte integrante de ese circuito cultural.

Los nodos o eslabones serán intervenciones urbanas materializadas en esculturas de distintas escalas según su función. Algunas serán esculturas/hitos de escala urbana, y que actúen como referentes otorgando identidad y pertenencia al lugar. Mientras que otros, de escala barrial, serán esculturas con equipamiento que podrán ser intervenidos y utilizados por los usuarios cotidianamente.

Desarrollo del proyecto
Detectando una tendencia hacia la densificación en altura del barrio, y la escasez de espacios públicos, se propone un edificio plaza, que brinda un espacio de encuentro y de conexión entre los ciudadanos para fortalecer el vínculo entre la arquitectura y la gente, siendo ésta el escenario de su vida. Para lograr esto, se busca liberar la esquina mediante el despeje programático en vertical, tanto hacia arriba como hacia abajo, para dar lugar a una superficie exterior pública que deja entrar a la ciudad y a sus vecinos. El edificio, ¨la casa de los arquitectos¨, se transforma en una casa abierta a la comunidad.

Para reforzar la idea de punto de intercambio cultural, la plaza estará acompañada por diferentes intervenciones artísticas, algunas fijas y otras eventuales. En el centro de la plaza, una escultura hito, ¨la mano árbol ¨ forma parte de una continuación ideológica de Le Corbusier y Niemeyer, que simboliza por un lado la apertura hacia la comunidad, la igualdad y la integración, y por otro el amor por la naturaleza. Evocando por el lado de la tradición, aquel árbol de paisajes pampeanos del Martín Fierro y reafirmando las raíces locales. En base al mismo tema, el mural de fondo acompaña el paisaje de la plaza y brinda homenaje tanto a José Hernández como a los artistas locales que intervengan en su creación.

Las actividades itinerantes que el espacio propone serán ciclos de música, cine, teatro, y eventos artísticos en general, que podrán darse en espacios interiores como en espacios al aire libre.

Distribución programática funcional
Para dar respuesta a los distintos usos que albergará el edificio, tanto los usos específicos internos del colegio de arquitectos, y los ligados a la comunidad, se fragmenta el programa dividiendo las áreas administrativas y de conducción por un lado y las áreas sociales y culturales por otro, dejando estas últimas vinculadas con la ciudad y los espacios exteriores.

Se decide llevar a la planta de acceso principal las áreas de uso cotidiano del colegio frecuentadas por los matriculados para evitar movimientos innecesarios y generar en la planta baja un lugar de encuentro cotidiano y de intercambio entre colegas. Para lograr independencia y flexibilidad de usos del edificio, se separa el área social de uso tanto interno de los matriculados como comunitario, semienterrando medio nivel y generando otro acceso, para posibilitar su uso en horarios y días por fuera del funcionamiento del colegio. El bloque recuesta su núcleo de servicios y de circulaciones verticales sobre el límite con el sector B, para permitir la posibilidad de crecimiento futuro en relación directa al edificio.

Sustentabilidad
El contexto energético mundial, así como nuestra región, nos llevan a la necesidad inmediata de replantear el grado de dependencia que tenemos con los recursos fósiles, su aprovechamiento indiscriminado y el uso final de los mismos. Partiendo de esta premisa y buscando convertir al edificio en un ejemplo arquitectónico para la sociedad, el proceso de diseño y los requerimientos bioclimáticos trabajan en conjunto logrando optimizar la morfología en función de las cuestiones ambientales y las características que el terreno brinda.

En este sentido, la propuesta logra consumir el mínimo recurso energético y por consiguiente reduce la emisión de gases efecto invernadero (GEI). La materialidad de la propuesta es respetuosa con el medio ambiente, ya que tiende a preservar los recursos más escasos: materias primas, energía y agua. El ahorro del recurso, va ligado también a la utilización, reciclaje y el aprovechamiento al final del ciclo edilicio, considerándose al conjunto materialmente responsable.