30.9.2008

Proyecto: Faro de Agua – Concurso Internacional de Ideas e Imágenes: Argentina 2010

Pensar Buenos Aires de cara al bicentenario es reflexionar sobre 200 años de una historia cambiante, cargada de acontecimientos, éxitos y fracasos. Dos siglos en donde esperanza y prosperidad se vieron empañadas también de dolor y frustración.

Conmemorar esta fecha significa pensar la ciudad como ámbito de desarrollo cultural, el espacio público como área de inclusión y el valor de los símbolos urbanos como objetos de identificación colectiva y apropiación social.Personas – espacio público -identificación colectiva

ORIGENES
Gracias a su ubicación estratégica, Bs. As. se convirtió en poco tiempo en el más importante centro portuario y aduanero, adoptando el rol protagónico que conserva en la actualidad.
La ciudad fue creciendo no siempre de manera planificada y la sucesión de emprendimientos de diversas escalas, públicos y privados, fueron conformando una barrera urbana que alejó a los habitantes de la ciudad, de aquella postal de bañados y actividades sociales que caracterizaron la costanera porteña de principios de siglo.
Buenos Aires fue negando su río y quien fuera portal de acceso y postal del amaneceres, fue olvidado y degradado.
Luego de mucho tiempo y con la gestión de diversos actores, la ciudad intenta recuperar el valor de la ribera. Proyectos públicos y privados van retomando lentamente la imagen de la ciudad de cara al río de la Plata.

UN RÍO PARA TODOS
Las ciudades influyen en quienes las habitan tanto como sus habitantes influyen en ellas.
Nuestra ciudad se identifica con el río de la Plata. Único por su color y dimensiones de mar.
Recuperar la costa significa volver a la esencia.
El área correspondiente al concurso es un sector urbano donde se combinan varios de los temas sobre los que la ciudad ha discutido durante largos periodos: el río, el puerto, la inmigración, el ferrocarril, la autopista, el área central, lo espacios públicos; en síntesis la historia viva de la ciudad.

UNA EXPERIENCIA – UN RECORRIDO – UN FARO DE AGUA
Con la premisa de conjugar todos estos temas en un espacio público, surge la idea de generar una experiencia única, capaz de convertirse en la nueva y más representativa imagen de la Argentina del Bicentenario.
Celebrar los 200 años de la Revolución de Mayo evocando a quien fue portal y horizonte: EL RIO, EL AGUA.
Un recorrido ascendente, guiado por haces de luz, que lleva al visitante a dejar atrás la ciudad conectándose con la paz del río.El camino hacia en elemento «que se escapa de las manos» . Llegar al orígen, al componente eleme
ntal, fuente de energía sin comparación.
A la distancia, un Faro de agua, símbolo del primer objeto que se vislumbra al llegar a un destino con puerto.
Un punto de llegada y de partida a la vez.
20 anillos de acero conforman una torre de 100 mts. de altura que, impulsando agua, simbolizan los 200 años de historia y un camino que evoca el paso del tiempo, la historia, la vida e invita a la reflexión.
El agua en constante movimiento, metáfora de años convulsionados en búsqueda de la libertad, se combina con el silencio del camino conformando la nueva postal.
Cada una de estas circunferencias arroja el agua a través de mecanismos de recirculación del agua del río. El sistema permite la modificación de las escenas, ya sea impulsando el agua hacia arriba, generando vapor o haciéndola rebotar en la estructura, para luego provocar la caída en el interior del volumen. Proponiendo así diversos paisajes.
La iluminación juega un papel fundamental y permite la modificación de las escenas según fechas significativas, horas del día, noches o diferentes estaciones del año.
Otro protagonista es el viento que de acuerdo a su dirección y fuerza provoca también cambios en la escena y el sonido.
Infinitas combinaciones de efectos del agua, luces, ruido.
Cada día…. un espectáculo irrepetible. Nunca una experiencia será igual a otra.

CONFORMACION DE UNA PIEZA URBANA
El proyecto está estructurado sobre un piso escalonado y ascendente, que vincula la ciudad con el rió y a la vez lo conecta con su entorno.
Este espacio abierto propone actividades de esparcimiento, dos plazas temáticas, un Centro Cultural y Museo del Bicentenario, un bosque de esculturas y un escenario natural donde poder realizar espectáculos al aire libre.

BOSQUE DE ESCULTURAS: llamado a concurso a artistas de todas las disciplinas entregando como matriz un objeto conceptual sobre el cual expresarse sobre los 200 años de la revolución de Mayo.

CENTRO CULTURAL Y MUSEO DEL BICENTENARIO: reciclaje de los edificios portuarios ubicado sobre la avenida José Quartiño y la generación de un espacio de unión entre ellos.
En el mismo se proponen actividades culturales en relación con la identidad nacional y la historia argentina un auditorio y una sala de exposiciones.
Se propone también, la ubicación de un centro de información turística.

PLAZA DE LA INMIGRACION: ubicada en el sector próximo al Museo de los inmigrantes, se ubica un planchón de adoquines como elemento significativo de las calles de la ciudad. Estas piezas se intercalan con un juego irregular de puntos de luz que simbolizan la diversidad de culturas que formaron parte del proceso de inmigración.

JARDIN DE LOS CONTINENTES: ubicado en el muelle intermedio, este espacio esta dividido en 5 sectores distinguidos por su distinta floración. Los colores invitan al paseo y la contemplación desde un sitio calmo y alejado. Este jardín se conecta con la Plaza de la Inmigración por dos puentes peatonales que simbolizan el viaje.

Así como el entorno caracteriza el área objeto del concurso, consideramos que la propuesta afecta sus adyacencias. Es por este motivo, y para mejorar la accesibilidad, que proponemos un puente peatonal, unión con el área central y unificamos el paseo Costanera Sur con un veredón peatonal que bordea la Dársena Norte y termina sobre la Av. José Quartiño.
Por otra parte, proponemos la consolidación de un parque ubicado frente a Catalinas Norte y otro ubicado en el ala sur de la Dársena A del Puerto Nuevo, hoy utilizada para depósito de containers.
De esta manera, la Dársena Norte y el Faro de agua, quedarían bordeados en gran parte por parques públicos
En síntesis la fuerza del proyecto reside en la conformación de un objeto simbólico contundente, apoyado sobre una pieza urbana de gran escala que retoma e intensifica la relación de la ciudad con el río.
Buenos Aires recupera su horizonte, ganando un nuevo paisaje que aporta identidad tanto al lugar como a la ciudad y a sus habitantes.

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