Nuevo edificio de la A.M. Qattan Foundation en Ramala, Palestina

Buscando la armonía con su entorno físico, se propone un edificio ligado a la tierra. A nivel volumétrico y funcional se jerarquiza el edificio en dos cuerpos bien diferenciados. Uno de ellos concebido como un “Basamento” de piedra tallado en terrazas sobre el suelo natural en el que superpone un segundo volumen “Faro” semitransparente creado con lamas de piedra local.

Se propone crear una Plaza como gran espacio público central foco de actividades sobre el “Basamento” e integrar en su interior los equipamientos de Cafetería/Librería, Galería de Arte, Almacenamiento, Residencia, Salas Multiuso y Aparcamiento. El “Faro” albergará usos con necesidad de privacidad y seguridad, como la Biblioteca y Oficinas, distribuidos según las necesidades con espacios abiertos o salas cerradas.

Aunque el edificio es de volúmenes contundentes se considera importante disponer de espacios de diferentes escalas, como los patios de la zona de acceso que sean acogedores para los trabajadores y residentes. El material predominante será la piedra caliza, pero se aportan detalles como los azulejos de cerámica y vegetación para lograr un ambiente más confortable y cálido con sensación fresca y de fragancias.

Para la extensión del edificio, se ofrece la posibilidad de ejecutarlo con un coste muy bajo ocupando los 800m² del aparcamiento. Para recuperar las plazas de aparcamiento perdidas se propone una terraza adicional continuando el concepto del “Basamento”. Dependiendo del presupuesto podría ser cubierto por un forjado o una estructura ligera tipo pérgola.

El edifico pretende invitar a su acceso y disfrute con una amplia abertura para acceder a la Plaza que disfruta de las vistas de Ramallah. Esta plaza será el centro de la vida social y eventos como conciertos al aire libre, y estará en estrecho contacto con la galería de arte y salón de usos múltiples por medio de rampas.

Se proponen algunos mecanismos sencillos pero muy efectivos que creen un edificio más sostenible. La mayoría de ellos ya se utiliza en la arquitectura vernácula mucho antes de que el aire acondicionado entrara en escena. Como la antigua Palestina utilizaron los materiales que pudieron encontrar donde vivían, se propone el uso de piedra caliza de origen local y baldosas de cerámica, el ahorro no sólo económico, sino también la mejora de la huella de carbono y la provisión de materiales duraderos y de bajo mantenimiento. Con el fin de ahorrar energía, se emplean todos los medios posibles para introducir luz natural en el edificio cenital y lateral. Se permite la ventilación cruzada a través de los patios y atrios. En la cubierta del “Faro” incorpora la instalación de paneles fotovoltaicos integrados en su diseño. En cuanto al control para la protección solar antes mencionada se utilizan lamas de piedra además de profundos voladizos del “Basamento”

A modo de conclusión, nos gustaría hacer hincapié en que estamos comprometidos con un diseño contemporáneo, económico, funcional y racional, reconciliado al mismo tiempo con la antigua arquitectura vernácula local, con el gran objetivo de que el pueblo palestino lo haga sentir como propio.