22.11.2018
Plaza Cultural Norte – Ganador BIA-AR 2018
Respondiendo a la iniciativa Municipal para difundir diversas actividades y talleres culturales, se pone en marcha una estrategia para salvaguardar algunos terrenos abandonados colindantes a parques públicos, con el fin de revertir el abandono y la inseguridad que se había enquistado en el vecindario. Este proyecto fue el ganador de la categoría "Paisaje y Ciudad" de la sección "Pácticas Profesionales".
Ícono
Entendimos entonces que debíamos activar un proceso creativo para diseñar un pabellón cultural, que involucrara al usuario, vecinos, al municipio y al medio ambiente. Exploramos una arquitectura silenciosa, escondida, que responda con carácter al nuevo edificio público, con la intención de construir un Paisaje Social que aporte un sentido digno, atemporal y estético a la vida cotidiana, y genere finalmente un lugar de encuentro, de reflexión, de alegría y momentos de asombro en un entorno integrado con la naturaleza.
Contexto
El pabellón cultural se emplaza en un terreno amplio que colinda con el parque público “Palmar” y lo circunda un tejido residencial, con amable escala, que denota una imagen edilicia mixta, con variedad de lenguajes y materiales, entre lo formal e informal, develando una identidad honesta y con pertenencia. Con estas condiciones del contexto urbano y el parque, se integra al paisaje un edificio público y cívico con una fuerte presencia en el tejido residencial, poniendo en valor el contexto y sus usos.
Materia
Responder a la identidad, la cultura y su expresión de sus cualidades atemporales, exigía de nosotros el pensar en una materialidad que acompañe, que cobije y contenga nuestras ideas en una forma construida que sostenga y supere las pruebas del tiempo. Sin descuidar el entorno y los fundamentos disciplinares de la arquitectura, planteamos una imagen con una fuerte presencia tectónica, la que se funde silenciosamente entre la vegetación existente y encuentra en el hacer su fundamento y poética. Contener la cultura en un espacio cuya Materia Prima se define por la Masa y la Luz.
Sistema
El volumen principal se recuesta al lado noroeste del terreno, generando un sistema con dos operaciones. Inicialmente se propone una incisión en el suelo, que define el recinto y posteriormente se apoyan, de una manera noble y sutil, una serie de vigas de hormigón visto, cuya situación responde a un patrón de funciones determinadas. Entre vigas y como elementos de cierre, se plantean losas de hormigón con inclinaciones alternadas, un techo verde con vistas generosas a para los edificios colindantes.
Vínculos
Enfrentados al ingreso principal, con toda la carga de un día vertiginoso, el espacio del pasillo, nos invita a descender hacia su interior. Tras sumergirse en el entramado de vigas de concreto y pérgolas, atravesando un sendero de múltiples sensaciones y luces filtradas, La pausa se activa automáticamente, despertando las emociones y sensaciones. Este espacio vincula la transición y mediantes su recorrido la relación con los talleres y usos, oficinas administrativas y servicios, patios de espera, descanso y juego que se desarrollan en ambos extremos del volumen principal.
Investigación
Hay una profunda vocación en nuestro proceso creativo de hurgar en las cualidades atemporales que encontramos en la naturaleza de las diversas culturas ancestrales, transmitiendo su mística a través del manejo de la luz, la materia y el espacio. Captar lo primitivo, lo esencial, lo artesanal y llevarlo a una dimensión tectónica contemporánea y como resultado, se genera un volumen de economía constructiva, funcional y formal que contiene el programa de usos.
Podés encontrar este proyecto en el Catálogo de la BIA-AR 2018. Obtenelo acá > http://biaar.com/catalogos/