Pabellón Vivre

Tiene mucho de construcción y también de dibujo. Nos permitimos hacer todas las “gracias” arquitectónicas modernas con la única limitación del material: pino en tablas de 2″ x 4″ y en tableros multilaminados.

Contexto
También estaban las exigencias del cliente: mucha transparencia, mucho espacio, mucha luz, muchos muebles. Mucho de mucho. Y hacerlo por poco dinero en poco tiempo. Un menos es más fatal para nuestro equipo.

Materia
El material pensábamos que era importante. Estábamos equivocados. Lo importante era el equipo de constructores. Elegimos a una cuadrilla de carpinteros de hormigón armado. Y cometimos el segundo error: pensar que se hacía con tornillos; en el transcurso de la obra entendimos que para ese equipo lo indicado era el clavo.

Sistema
Existió una limitación interesante: cubrir una luz de 700 centímetros con tablas que miden a lo sumo 360 centímetros. Ensayamos unas vigas reticuladas de nudos rígidos que requirieron diagonales para mejorar su desempeño. Los constructores decían “flechar” la estructura.

Vínculos
También recurrimos a unas bibliotecas menos transgresoras con fondos de multilaminado que rigidizaron el conjunto. Estas bibliotecas tranquilizaron al cliente y bajaron la intensidad del detalle constructivo.

Investigación
La maqueta en escala sirvió para anticipar el encuentro y la proporción. Las varillas de pino permiten replicar con exactitud lo que luego se construye con tirantes. No queda nada escondido, no hay sorpresas…se minimiza el salto de la idea a la realidad.