Estadio Mineirão, en Belo Horizonte, Brasil

Inaugurado en 1965 -según el diseño original de Eduardo Mendes Guimarães Júnior y Gaspar Garreto- como el segundo estadio más grande en el mundo, el Estadio Mineirão se encuentra en los alrededores de la Laguna de Pampulha, cerca de la obra fundamental de Oscar Niemeyer y Burle Marx, y es la principal postal de Belo Horizonte.

El Nuevo Mineirão pretende ir más allá de su función primordial como arena deportiva de gran nivel, al ofrecer también una amplia gama de servicios, comercio, cultura y entretenimiento para la ciudad, convirtiéndose así en un nuevo centro de actividades integradas en el paisaje modernista del ocio y con el complejo turístico de Pampulha.

El instrumento elegido para hacer posible esta operación fue una asociación público – privada (PPP), que designó una empresa a cargo de la remodelación del estadio, a cambio de la concesión de uso durante los próximos 25 años. El ganador de la licitación fue Minas Arena Consorcio, que invitó a BCMF Arquitectos, reconocidos por su experiencia en arquitectura deportiva, como responsables de la renovación del Nuevo Mineirão.

Las intervenciones propuestas para transformar la «Pampulha gigante» en una moderna instalación multifuncional, fueron a la vez radicales y respetuosas, reforzando la monumental estructura original dentro de ese emblemático paisaje modernista. En cuanto a la arquitectura original del estadio, básicamente, sólo se mantuvo la «cáscara» externa: los 88 semi-pórticos estructurales, el techo de hormigón y las zonas altas. El resto del «núcleo» fue completamente reconstruido para garantizar la revisión total del interior del estadio, incluyendo la ampliación del techo y el nuevo programa de infraestructura, además del rediseño del terreno de juego y de los niveles más bajos para mejorar las visuales al campo y ampliar la capacidad a 62.160 asientos.

La renovación exterior fue total, con una nueva plataforma operativa de 200.000 m² que separa a los espectadores de los acreditados. La «Esplanade», que incluye varias instalaciones para todo el estadio, se abre al público como una inmensa plaza ajardinada, visualmente ligada a la Laguna de Pampulha. Esta plataforma aparece esculpida y moldeada en el sitio como una topografía artificial, integrada con el entorno inmediato y percibida como una continuación de la calle. De esta manera, el público se sentirá atraído por los programas distribuidos estratégicamente a lo largo de la explanada, con áreas suficientemente potentes como para generar actividades y lograr movimiento durante todo el día, los siete días de la semana.

El proyecto tiene también características sostenibles, al utilizar energía solar y reutilizar el agua de lluvia, además de dsponer de eficientes sistemas de iluminación y un control inteligente de la energía que le perimtieron lograr la certificación LEED. Después del evento deportivo, muchas áreas operativas, específicas para la Copa del Mundo de 2014, tendrán otros usos -programas institucionales, comerciales y de ocio-, que contribuirán a la sostenibilidad económica del complejo.

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