Jardín de Infantes Creche Ropponmatsu

Emmanuelle diseñó la arquitectura, el espacio interior, los logotipos y la señalización gráfica, con la idea de abrir un nuevo jardín de infantes donde los niños puedan crecer libremente en mente y cuerpo. Corriendo detrás de la arboleda colorida, este jardín de infantes le da la oportunidad a los niños de incrementar su rica sensibilidad sintiendo muchos colores dondequiera que estén.

Muchos colores se utilizan en la fachada y en el espacio interior. En la fachada, se aplican 22 colores en 63 árboles multicolores de 4 m de altura que extienden sus ramas rítmicamente y envuelven el edificio dando una sensación de distancia con el exterior protegiendo visualmente a los niños con un suave gesto. En la sala de la guardería, 200 cajas coloridas con 25 colores se alinean en la pared, donde cada uno de ellas pertenece a cada niño para almacenar sus objetos personales. Cada vez que los niños usan sus propias herramientas o se cambian, encuentran y recogen la caja de su color.

Las escaleras que conectan las 4 plantas utilizan 18 colores, donde los niños están rodeados por los colores de la pared que cambian a medida que suben y bajan por las escaleras.

Los árboles coloridos también se incorporan en el logotipo del jardín de la infantes. El logotipo también se utiliza en otras áreas, como en los uniformes de los niños y en el autobús, para dar un sentido de unidad.

Pasar el tiempo en un ambiente colorido ayuda a maximizar la sensibilidad de los niños y a sacar a la luz la personalidad de cada niño. Rodeado de muchos colores, tocando muchos colores, viviendo con muchos colores, el jardín de infantes desea desarrollar la rica sensibilidad y la individualidad de los niños. Con esta esperanza en mente, el bosque colorido mira el crecimiento de los niños cada día.

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