26.2.2013
Reforma de un estudio en Barcelona
El proyecto, diseñado por los arquitectos Anna Puigjaner y Guillermo López, miembros del equipo de diseño de Maio, implica la reconversión de un espacio que antiguamente albergaba un lavadero en un estudio abierto a profesionales de diferentes campos de la arquitectura y el diseño.
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El actual edificio de 40 metros de largo era un espacio continuo, con secciones variables y una muy pobre iluminación. Por lo tanto, la propuesta se centró en la apertura de un patio, literalmente concebido como una habitación exterior, para mejorar la iluminación interior. Esta habitación exterior divide los 40 metros del espacio original en dos áreas. Un área está abierta a la calle y deja un vacío para dar cabida a las actividades relacionadas con lo público, como reuniones, eventos y exposiciones, mientras que la parte trasera alberga una larga mesa de 12,5 metros y se convierte en el espacio principal de trabajo.
El espesor y la calidez de las tres nuevas grandes ventanas en el patio se utilizan como lugares para sentarse y disfrutar del espacio exterior y, al mismo tiempo, convierte los espacios intermedios en espacios habitables. El resto del espacio se respeta sin ser modificado sustancialmente. Prácticamente el único cambio ha sido la pintura blanca, afectando mínimamente un lugar que todavía está presente en la memoria popular, tanto del barrio como en sus habitantes.
Original Text in English
The project, designed by architects Anna Puigjaner and Guillermo Lopez, members of MAIO design team, involves the conversion of a space that formerly housed a washing place into an open studio for professionals from different fields of architecture and design.
The existing 40-meter long building was a continuous space, with variable sections and extremely poor lighting. Hence, the proposal focuses on the opening of a patio, literally conceived as an outer room, to improve the interior lighting. This outer room divides the 40 meters of the initial space into two areas. The front area is open to the street and left empty to accommodate activities related to the public, such as meetings, events, exhibitions… – while the rear side houses a 12,5-meter long table and is intended as the main workspace.
The thickness and warmth of the three new, large windows opened in the patio has been carefully undertaken, making it a place to stay that allows enjoying the outer space while simultaneously turning intermediate thresholds into habitable spaces.
The rest of the space is respected without being substantially modified. It has only changed by means of white paint, thereby minimally affecting a place which is still present in the popular memory of both the neighborhood and its inhabitants.