Gimnasio «Arena do Morro», en Natal

Mãe Luiza no es la típica favela: su identidad y carácter se han formado tanto por su entorno natural único como por la creatividad de la gente de la comunidad. Está ubicada entre la zona natural protegida de las dunas de Natal y al mar desarrollado comercialmente. El estudio de arquitectos identificó las actividades urbanas faltantes y subdesarrolladas en el barrio, trazó el espacio disponible dentro del espacio densamente construido, y distribuyó nuevas actividades dentro de las áreas potencialmente disponibles para el desarrollo.

La propuesta incluye una composición de nuevas intervenciones que van a formar una secuencia de actividades públicas perpendiculares a la calle principal de Mãe Luiza y que se extiende por todo el camino hasta el océano. Los proyectos arquitectónicos de vanguardia dentro de la propuesta son el gimnasio, que contiene un campo de deportes con gradas para 420 personas, salas de usos múltiples para la danza y la educación, una terraza con vistas al mar, vestuarios y baños públicos.

La actual estructura del viejo gimnasio define el punto de partida del proyecto. Su geometría se eleva sobre toda el área de construcción, creando un único techo cuya forma está definida por los límites. El techo presenta una nueva escala en Mãe Luiza y al mismo tiempo establece una relación con el enfoque tradicional generalizado de la utilización de una cubierta para crear grandes espacios públicos en el noreste de Brasil. Se convierte en un símbolo de la comunidad. Bajo el techo, el suelo forma un paisaje que sigue la topografía existente. Las gradas de asientos trazan las curvas de nivel del campo abierto. La sala de usos múltiples, los estudios de danza y espacios de apoyo, se encuentran en el medio. Una pared ondulada independiente define el perímetro interior. Los volúmenes circulares subrayan el carácter comunitario de estos espacios y las actividades que allí se desarrollan.

Los dos extremos de la cubierta a dos aguas se abren hacia la vecindad e invitan a la gente. Una vez que se acercan al volumen del edificio, su escala se desintegra visualmente a través de su materialidad y detalles arquitectónicos.

La estructura es simple y abierta, reflexiona y responde con los materiales de construcción locales y métodos disponibles. El techo está ensamblado de paneles de aluminio corrugado y aislamiento estándar. En lugar de estar firmemente unidos, los paneles se instalan con espacios abiertos que permiten la superposición de la luz y el aire pero evitan el ingreso de agua.

La pared curvilínea debajo está realizada con bloques de hormigón desarrollados y fabricados localmente. Cada bloque se ha posicionado con aletas diagonales de bordes redondeados. Mediante la rotación de los mismo, las diferentes orientaciones de las aletas crean diversos niveles de transparencia, así como de privacidad. Tanto el techo como las paredes se convierten en membranas permeables y traslúcidas que permiten que la brisa fresca del océano fluya a través de la construcción y el aire caliente escape; filtran la luz natural brillante y animan todo el proyecto en un juego de varios grados de luces y sombras. Por la noche, el efecto se invierte y el edificio revela las actividades interiores como una linterna. El gimnasio está totalmente acondicionado y es naturalmente permeable. Transforma y traduce el impacto de su medio ambiente urbano y natural en un destino público y el centro de coordinación de deporte, ocio y actividades culturales.

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