Centro cultural y deportivo

Situado cerca de la rue des Pyrénées y rue des Maraîchers, puede ser visto como ejes de las actividades. La zona de Saint-Blaise no persigue esta dinámica, y por lo tanto actúa como un enclave. Los altos edificios con geometrías complejas, sobre todo de los años 70 y 80, materializan el contorno de un sector urbano cerrado alrededor de un gran vacío público, que hace que este sea un lugar ideal para las actividades e interacciones. Como forma parte de la dinámica lanzada por el proyecto de renovación urbana, el centro cultural y deportivo tiene en cuenta las condiciones específicas del sitio y se convierte en una reacción a ellos.

COMPACIDAD /// Una arquitectura histórica
Con su forma compacta, el proyecto se convierte en un punto de referencia de este barrio por su definición contraria, densa; se economiza el área de terreno y se desarrolla en sentido vertical, respetando los edificios circundantes. En el eje de la rue Mouraud, su ubicación le permite beneficiarse de las excelentes condiciones de sol, pero principalmente ofrece visuales desde la calle hacia el patio y un generoso espacio público verde, invisible hasta el momento.

TRANSPARENCIA – Una arquitectura de enlace
Con su transparencia, el proyecto actúa como un enlace. Establece nuevas perspectivas y crea relaciones entre las diferentes instalaciones del barrio, por su ubicación y su materialidad. Esta red de instalaciones de las cuales el centro forma parte, se vincula por el gran espacio público. La transparencia del pasillo urbano central permite invitar y saludar, enlazando poblaciones. A lo largo de sus cuatro caras, el proyecto ofrece una amplia gama de materiales, más o menos transparentes, adaptado a cada actividad. Así, el edificio expone las nuevas instalaciones a los habitantes, y durante la noche, brilla e ilumina su entorno, contribuyendo a la renovación del barrio.

FLEXIBILIDAD – Una arquitectura sostenible
Por un lado, la forma de proyecto es un resultado directo de sus programas. Sin embargo, es independiente de la fachada vidriada, su estructura de hormigón lleva una serie de plantas libres, distribuidas por un núcleo. Teniendo la generosidad como denominador común de todos los espacios, el proyecto permite reinterpretar según la evolución de los usos y necesidades.

Una superposición de los espacios, ambientes y climas
El proyecto agrega en su volumen compacto una gran diversidad de materiales, funciones, espacios, usos, relaciones con el exterior… y los muestra en un barrio donde existe otro modo, sin diversidad. Es un sólo volumen, con caras ligeramente curvadas, que expresa la superposición de funciones distintas en su elevación, con la ayuda de tiras que van  rodeando el edificio. Cada parte de este conjunto, cada capa de esta estratificación, ofrece a sus propias cualidades y características.

El proyecto se convierte en una nueva polaridad y un lugar de convergencia: atrae y reúne las dinámicas urbanas; brilla y refleja, habita y articula un espacio público revelado, y le da la espalda a su barrio.​

Visitá el texto original en inglés > http://bit.ly/1SjVAxn