Concejo Municipal de Rafaela

Contexto
La propuesta consiste en la creación de un espacio público de jerarquía cedido a La Ciudad que funciona como una prolongación de La Plaza, creando un atrio y un patio de esculturas que sirven de acceso tanto al Palacio Municipal como al Nuevo Edificio del Concejo. Al mismo se accede por medio de una escalinata de generosas dimensiones que jerarquiza la imagen institucional y refuerza la relación del conjunto edilicio con La Plaza.

Investigación
El trabajo en la piel permite percibir al edificio como un volumen que consigue desmaterializarse conforme pasan las horas del día.

Materia
Los materiales utilizados en la envolvente son una reinterpretación de los empleados en el Palacio Municipal. Hormigón visto de encofrado fenólico y láminas metálicas micro perforadas que hacen de protección climática a la vez que otorgan privacidad a los espacios de trabajo.

Sistema
Tratándose de un edificio de oficinas, la propuesta busca la máxima flexibilidad en los espacios, una clara distribución funcional y una fluida relación con el exterior. El edificio se divide en dos sectores claramente diferenciados. Por un lado un área de servicios cuyo volumen se recede de la línea municipal para dar lugar al ingreso a las cocheras y separar el edificio Nuevo Banco de Santa Fe dotando de unidad al conjunto institucional. La utilización de pórticos de luz libre posibilita la máxima flexibilidad de los espacios.

Vínculos
El volumen se configura en estrecha relación con los usos internos, las visuales pretendidas y algunas fuertes líneas presentes en el entorno edilicio. En él se definen espacios jerarquizados por medio de la luz, las escalas y las visuales en relación con el patio cultural, la plaza y el palacio municipal.