25.10.2012

Casa Country Club, México

La casa “vive” hacia un campo de golf. Respondiendo a las vistas, a su principal orientación sur y a la morfología del terreno, se genera en esquema de forma de “L”, orientando todos los espacios hacia este “gran jardín” con una continuidad del área verde privativa hacia el verde del campo de golf, convirtiéndose éste último en el jardín más importante.

Debido a la topografía se proyectaron 3 estratos: basamento de servicios, representado como “podio” contemporáneo de piedra negra. El espacio público, transparente y ligero con comunicación hacia el jardín principal. El tercero, sostenido por columnas metálicas esbeltas, con lenguaje masivo. Este último, el área privada, se conecta al “jardín de los árboles”,  que conserva la naturaleza existente del sitio.

Una “calle interior” se genera integrando los dos estratos superiores, es el atrio central que se baña de luz natural gracias a parteluces de cristal translúcido suspendidos en el techo. El remate al final de este gran pasillo se da en la parte superior con la naturaleza del  “jardín de los árboles”.

La casa ofrece varias lecturas. Desde la calle, el material pétreo del podio contrastando con el mármol beige de los volúmenes superiores, da escala urbana. Desde la planta pública, la lectura es de transparencia y ligereza. Interior y exterior se conectan a través de puertas y terrazas, generando un espacio totalmente continuo. En el extremo sur-oriente se logra reducir la escala a su mínima expresión.

Las áreas comunes, se fusionan directamente con el jardín exterior. La sala a doble altura, elemento de gran presencia, se forra de cristal en todo su perímetro y se enmarca con un muro colgante desdoblado desde el techo, dando escala y confinamiento.

Los materiales utilizados son pocos, al exterior, piedra negra, mármol beige, aluminio y vidrio, al interior, maderas y el mismo mármol beige del exterior. La fusión del interior con el exterior se logra a través de la continuación de estos materiales tanto en pisos como en muros, uso de plafones blancos con iluminación esculpida dentro de los mismos y pieles de madera que recorren diversas partes de la casa. Terrazas y plazas mimetizándose con el interior, junto con arquitectura de paisaje de pocos elementos en donde el campo de golf se convierte en principal protagonista.

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La luz del sol fue fundamental en la concepción del proyecto, logrando grandes áreas iluminadas de manera natural gracias a ventanales de cristal y a perforaciones cenitales. Los asoleamientos son controlados con volados generando sombras.

La transparencia de la casa genera un efecto inverso, de día se baña de luz natural, de noche asemeja a una lámpara enfatizando los volúmenes que flotan sobre el pasto.

El mobiliario, pensado en su funcionamiento y estética, tiene su lugar específico. Algunos de ellos pueden rotar para integrar o separan espacios como elementos de transición o visuales.

El sistema constructivo consta de un basamento con estructura de concreto que es el cuerpo de servicios, sobre él se desplantan columnas metálicas esbeltas que sostienen la planta alta, permitiendo dejar la planta baja “libre”.

La estructura es de concreto armado con elementos metálicos y con elementos estructurales pos-tensados que nos permiten lograr claros y cantilivers de dimensiones considerables. La planta alta tiene un volado de 5 metros que permite generar una terraza exterior a cubierto.

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